6/03/2020, 18:17
Etsu observó a Daigo, y luego procedió a intentar mover la misteriosa puerta. Para el brazo que el Inuzuka presumía, era como cambiar la página de un libro. Sin embargo algo inesperado sucedería en cuanto se levantase un poco la tapa. Hubo un pequeño brillo metálico que se reflejó un hilo, pero para cuando el Inuzuka lo notase ya sería demasiado tarde. Un dardo salió rápidamente disparado desde debajo de aquella puerta y se clavó en la rodilla de su compañero sin que ninguno de los dos pudiesen hacer algo.
Como podría sospecharse de una típica trampa, aquel dardo venía con la desagradable pero predecible sorpresa de estar envenenado. El químico se extendería por el torrente sanguíneo del boxeador, causando que este sintiera un malestar que a su vez generaba la necesidad de encorvarse. Iba a pasar un buen rato así.
Como podría sospecharse de una típica trampa, aquel dardo venía con la desagradable pero predecible sorpresa de estar envenenado. El químico se extendería por el torrente sanguíneo del boxeador, causando que este sintiera un malestar que a su vez generaba la necesidad de encorvarse. Iba a pasar un buen rato así.