22/03/2020, 21:40
(Última modificación: 22/03/2020, 21:42 por Eikyuu Juro. Editado 1 vez en total.)
Juro no se sorprendió cuando vio como Kazuma le miraba con otros ojos. Lo que sí que le sorprendió ver la reacción de su alumno, quién parecía haber llegado a una conclusión bastante compleja.
—No estoy seguro de que decirle ahora, sensei —admitió con cierta incomodidad—. Digo que no se si darle mis felicitaciones o condolencias: creo que es un gran honor y un gran reconocimiento a su lealtad y habilidades; pero, por otra parte, también creo que es una carga inmensa y una sensación desagradable el que utilicen su ser a manera de cárcel o recipiente.
— No tienes que decir nada, Kazuma-kun. Cuando recibí este "honor", me acababan de ascender. Era un niño y nadie me preguntó primero. Pero con el tiempo, supongo que he aprendido a entender ciertas cosas. No hubo otra opción y el Morikage hizo lo que pudo — Aunque, a decir verdad, nunca le creyó ni le apoyó en el sentido en el que le hubiera gustado —. La gente me ha tratado bastante mal, ¿sabes? Me tienen miedo. Por eso, me extraña mucho que no te hayas fijado en la manera en la que todo el mundo actúa cuando estas junto a mi. Solo espero que eso no te afecte a ti de ninguna manera.
Se encogió de hombros. Había una cosa más que no le había contado. Ya que estaban debía saberlo todo. La amenaza que se cernía sobre ellos. Especificamente, sobre Juro y Datsue, y como no, sobre el pobre genin, que podría verse involucrado en esta lucha desigual simplemente por estar a su lado.
— También debes saber que no estamos solos. Hay 3 jinchurikis, pero antes te he dicho que hay 4 bijuus sueltos, ¿recuerdas? Kurama, el nueve colas, es el restante. Sabemos que se ha liberado y ahora mismo, busca formar un imperio. Ha contratado a nueve humanos y les ha dado parte de su poder, convirtiéndoles en sus generales. Marionetas poderosas a su voluntad — le explicó, bajando aún más el tono. Nadie podía escuchar eso. Nadie —. Ellos nos persiguen a nosotros, los jinchurikis. Por eso suelo ser tan precavido cuando vamos juntos. El bijuu quiere liberar a sus hermanos, al parecer, con una extraña técnica de sellado, que le da el control del cuerpo humano al Bijuu. Sospecho que él ya lo ha hecho con su propio jinchuriki.
—No estoy seguro de que decirle ahora, sensei —admitió con cierta incomodidad—. Digo que no se si darle mis felicitaciones o condolencias: creo que es un gran honor y un gran reconocimiento a su lealtad y habilidades; pero, por otra parte, también creo que es una carga inmensa y una sensación desagradable el que utilicen su ser a manera de cárcel o recipiente.
— No tienes que decir nada, Kazuma-kun. Cuando recibí este "honor", me acababan de ascender. Era un niño y nadie me preguntó primero. Pero con el tiempo, supongo que he aprendido a entender ciertas cosas. No hubo otra opción y el Morikage hizo lo que pudo — Aunque, a decir verdad, nunca le creyó ni le apoyó en el sentido en el que le hubiera gustado —. La gente me ha tratado bastante mal, ¿sabes? Me tienen miedo. Por eso, me extraña mucho que no te hayas fijado en la manera en la que todo el mundo actúa cuando estas junto a mi. Solo espero que eso no te afecte a ti de ninguna manera.
Se encogió de hombros. Había una cosa más que no le había contado. Ya que estaban debía saberlo todo. La amenaza que se cernía sobre ellos. Especificamente, sobre Juro y Datsue, y como no, sobre el pobre genin, que podría verse involucrado en esta lucha desigual simplemente por estar a su lado.
— También debes saber que no estamos solos. Hay 3 jinchurikis, pero antes te he dicho que hay 4 bijuus sueltos, ¿recuerdas? Kurama, el nueve colas, es el restante. Sabemos que se ha liberado y ahora mismo, busca formar un imperio. Ha contratado a nueve humanos y les ha dado parte de su poder, convirtiéndoles en sus generales. Marionetas poderosas a su voluntad — le explicó, bajando aún más el tono. Nadie podía escuchar eso. Nadie —. Ellos nos persiguen a nosotros, los jinchurikis. Por eso suelo ser tan precavido cuando vamos juntos. El bijuu quiere liberar a sus hermanos, al parecer, con una extraña técnica de sellado, que le da el control del cuerpo humano al Bijuu. Sospecho que él ya lo ha hecho con su propio jinchuriki.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60