El Distrito Comercial era un sitio que siempre tenía bullicio, especialmente en ciertas horas de la noche. Pero en esta ocasión nos remitimos a un sitio muy especial. Un largo callejón dónde solían vender bisutería barata y artículos importados en puestos callejeros, aunque a la media noche ya todos los vendedores que solían ocupar aquel sitio se habían marchado. Lo destacable era el local que remataba al final del trayecto. Un viejo local cuya fachada estaba construida de forma tradicional; no poseía un letrero con nombre pero las luces vibrantes ciertamente destacaban en medio de la oscuridad de los muros que se alzaban a su lados al final del pasadizo.
Y por si no fuera poco, ese día estaban de fiesta. Pero no cualquier fiesta, no. Si, solía ser un bar con karaoke, pero aquel día el bullicio parecía ser más grande de lo habitual.
Adentro había algunas mesas de madera tradicional, además de algunos sofás bajos con forma circular. Había mucho bullicio y un leve aroma a tabaco era perceptible en el ambiente. Pero lo que más destacaba era una música, melodiosa.
En el escenario estaba un niño que claramente no pasaba de los doce, portaba una guitarra eléctrica con forma de ¿hacha? Si, y sonaba sin ningún cable. La gente vitoreaba exigiendo otra pieza más, y aquel personaje vestido en cuero negro y armado en cadenas iba a dárselos. Tocaba y rasgaba las cuerdas, cantando a todo pulmón al punto que podía escucharse fuera del establecimiento.
Brisas que acarician
La verdad de mi soledad
Vengan a desafiar
La tristeza en el jardín que va anidar
Llantos que en coro
Han venido a destrozar toda nuestra verdad
Y llantos de seres
Que del gran río no son mas que el caudal
Juegos de niños
Que al final no son mas que la realidad
Era un día especial te dijeron que habías ya crecido
¡Nos dijeron tantas cosas que no puedo ni contar!
¡Tantas promesas que no puedo ni recordar!
¡Con abrazos dijeron que estarán!
Y ahora estamos solos sin necesitar de su hablar...
Los muros de verdad por fin podemos levantar
Los muros de falsedad por fin caerán
Los muros de verdad por fin podemos levantar
Los muros de falsedad CAERÁN
La verdad de mi soledad
Vengan a desafiar
La tristeza en el jardín que va anidar
Llantos que en coro
Han venido a destrozar toda nuestra verdad
Y llantos de seres
Que del gran río no son mas que el caudal
Juegos de niños
Que al final no son mas que la realidad
Era un día especial te dijeron que habías ya crecido
¡Nos dijeron tantas cosas que no puedo ni contar!
¡Tantas promesas que no puedo ni recordar!
¡Con abrazos dijeron que estarán!
Y ahora estamos solos sin necesitar de su hablar...
Los muros de verdad por fin podemos levantar
Los muros de falsedad por fin caerán
Los muros de verdad por fin podemos levantar
Los muros de falsedad CAERÁN
Una mesera vestida en ropa deportiva servía bebidas espirituosas a los presentes, la dueña del negocio estaba sentada en uno de los sillones cerca del escenario. Era ya una mujer mayor de peinado tradicional que fumaba y que cada poco agitaba su cigarro en el cenicero.
Ese día estaban mucho más amontonados de lo normal, era el penúltimo día de la Primavera. ¿Que tenía de especial ese día? Para muchos, nada. Pero los que estaban ahí presentes parecían festejar algo en específico. Los controles no eran muy estrictos, pues aparentemente daba igual que dejasen entrar a menores de edad al lugar. En uno de los sillones había otro muchacho con anteojos y una larga trenza, aparentaba quizá unos trece años, pero se limitaba a beber un agua mineral con gas mientras el resto continuaba coreando al cantante.
Y era un gran río en el cual nos veía cruzar (la libertad)
Y la luna triste se ha cansado de vernos sangrar
Los muros que pintaron resultaron siendo una ilusión
Lagrimas acabadas como la fuerza que se ha perdido
¡Nos dijeron tantas cosas que no puedo ni contar!
¡Tantas promesas que no puedo ni recordar!
¡Con abrazos dijeron que estarán!
Y ahora estamos solos sin necesitar de su hablar...
Los muros de verdad por fin podemos levantar
Los muros de falsedad por fin caerán
Los muros de verdad por fin podemos levantar
Los muros de falsedad caerán
Los muros de verdad por fin podemos levantar
Los muros de falsedad por fin caerán
Los muros de verdad por fin podemos levantar
Los muros de falsedad CAERÁN~
Y la luna triste se ha cansado de vernos sangrar
Los muros que pintaron resultaron siendo una ilusión
Lagrimas acabadas como la fuerza que se ha perdido
¡Nos dijeron tantas cosas que no puedo ni contar!
¡Tantas promesas que no puedo ni recordar!
¡Con abrazos dijeron que estarán!
Y ahora estamos solos sin necesitar de su hablar...
Los muros de verdad por fin podemos levantar
Los muros de falsedad por fin caerán
Los muros de verdad por fin podemos levantar
Los muros de falsedad caerán
Los muros de verdad por fin podemos levantar
Los muros de falsedad por fin caerán
Los muros de verdad por fin podemos levantar
Los muros de falsedad CAERÁN~
Remató su canción el que parecía ser el invitado de honor en aquel lugar.