8/04/2020, 06:13
El muchacho se giró y examinó de pies a cabeza al otro muchacho que se hallaba bebiendo en la mesa cerca de él. No tenía intención de disimular en lo absoluto la mirada hacia él, pues sentía que el otro de alguna manera quería sacarle los pelos al fuego.
—¿Huuuuh? — Sonrió y luego dió otra calada al lateral. —Dime entonces, ¿te quieres hacer el interesante diciendo que tú no? — Lanzó directa la provocación. —Aquí se podría decir que somos una familia. La segunda para algunos, o la única para otros. Y por lo mismo sé que tú no eres de por aquí, no sólo porque sé bien a quién invité y a quién no a esta party, sino porque realmente tu cara hastiada da a entender que no es tu mood —. Cada palabra que escupía era una navaja de franqueza.
Como si fuera su casa -porque así se sentía- se dió el lujo de sentarse frente a él en la mesa sin pedir el mínimo permiso, cruzando la pierna derecha, apoyando el tobillo derecho por sobre su rodilla siniestra.
—No es por nada, pero la última vez que un newbie vino a querer dárselas de importante aquí tuve que echarlo por las malas. Si quieres tomarte esto como advertencia o amenaza ya depende de ti; has de disculpar mi actitud pero ciertamente no me gusta cuando quieren lucirse delante mía — Se permitió recostarse en el asiento y extendió los brazos hacia arriba mientras giraba el cuello para tronárselo. —¿Qué te trae por aquí entonces? — Se levantó las gafas, clavando aquellos ojos dorados en el pelinegro.
—¿Huuuuh? — Sonrió y luego dió otra calada al lateral. —Dime entonces, ¿te quieres hacer el interesante diciendo que tú no? — Lanzó directa la provocación. —Aquí se podría decir que somos una familia. La segunda para algunos, o la única para otros. Y por lo mismo sé que tú no eres de por aquí, no sólo porque sé bien a quién invité y a quién no a esta party, sino porque realmente tu cara hastiada da a entender que no es tu mood —. Cada palabra que escupía era una navaja de franqueza.
Como si fuera su casa -porque así se sentía- se dió el lujo de sentarse frente a él en la mesa sin pedir el mínimo permiso, cruzando la pierna derecha, apoyando el tobillo derecho por sobre su rodilla siniestra.
—No es por nada, pero la última vez que un newbie vino a querer dárselas de importante aquí tuve que echarlo por las malas. Si quieres tomarte esto como advertencia o amenaza ya depende de ti; has de disculpar mi actitud pero ciertamente no me gusta cuando quieren lucirse delante mía — Se permitió recostarse en el asiento y extendió los brazos hacia arriba mientras giraba el cuello para tronárselo. —¿Qué te trae por aquí entonces? — Se levantó las gafas, clavando aquellos ojos dorados en el pelinegro.