9/04/2020, 08:29
—Sea fácil o difícil, todos tenemos un lugar dónde encajar. Ya sea solos, o acompañados. A veces unos lo buscan con vehemencia cuando en realidad lo han tenido en la carota todo el tiempo. Eeeeen fiiiiin... — Pasó sus ojos sobre la hamburguesa torito, saturada hasta fondo con tocino, huevo frito y demás ingredientes con suficiente colesterol para matar de un infarto a un enfermo cardíaco, rematando además con un típico e infaltable batido de chocolate.
La mesera atendió con una reverencia la atención de Isamu, marchándose nuevamente para traer la orden. El Yotsuki intentaba disfrutar dándole un mordisco a su comida, pero no podía ignorar el gesto pensativo de su interlocutor.
"Verga. Uno no puede comer a gusto con su cara de filosofía ante la vida, mata el ambiente." Masticó con algo de desganó y tras tragar contestó la pregunta.
—No es una guitarra cualquiera, se llama Otome. Mi padre trabaja desarrollando armamento tecnológico para la aldea, así que le pedí favor de ayudarme para forjarla de forma completamente personalizada para mí — Sorbió un trago de su batido. —Soy músico, pero también shinobi. No traigo la placa aquí que no estoy de servicio y andamos festejando. Trato de compaginar ambas cosas pero lo segundo me come demasiado el tiempo — rodó los ojos.
—¿Y vos que tienes que contar? Te ves bastante reflexivo y taciturno mirando al pobre vaso — Volvió a hincarle el diente a su hamburguesa.
La mesera atendió con una reverencia la atención de Isamu, marchándose nuevamente para traer la orden. El Yotsuki intentaba disfrutar dándole un mordisco a su comida, pero no podía ignorar el gesto pensativo de su interlocutor.
"Verga. Uno no puede comer a gusto con su cara de filosofía ante la vida, mata el ambiente." Masticó con algo de desganó y tras tragar contestó la pregunta.
—No es una guitarra cualquiera, se llama Otome. Mi padre trabaja desarrollando armamento tecnológico para la aldea, así que le pedí favor de ayudarme para forjarla de forma completamente personalizada para mí — Sorbió un trago de su batido. —Soy músico, pero también shinobi. No traigo la placa aquí que no estoy de servicio y andamos festejando. Trato de compaginar ambas cosas pero lo segundo me come demasiado el tiempo — rodó los ojos.
—¿Y vos que tienes que contar? Te ves bastante reflexivo y taciturno mirando al pobre vaso — Volvió a hincarle el diente a su hamburguesa.