12/04/2020, 08:51
(Última modificación: 12/04/2020, 18:25 por King Roga. Editado 1 vez en total.)
Tras mencionar su nombre, era de esperarse que Isamu exigiese el de su interlocutor. Lo que no sabía, es cómo podrías esperar de su alocado aspecto, el otro genin no podía simplemente venir y decir su nombre como la gente. No, primero tenía que sonreír, levantarse de un salto y apoyar un pie en la mesa y el otro en la silla.
—Yo soy...
Se despojó de su chaqueta y la alzó sosteniéndola con la mano derecha cómo si fuera una especie de bandera mientras con la zurda se cubría la mitad del rostro, abriendo los dedos para dejar visible su ojo.
—King Rōga~ Sonrió enseñando su dentadura, la cuál terminó resplandeciendo con un intenso brillo provocado por el reflejo de las luces del interior del local.
Algunos de los comensales rieron, otros simplemente lo ignoraron. De una u otra forma ambas reacciones se debían a que conocían de sobra su actitud, aunque no faltaron los que si le miraron con extrañeza, pero fue una mínima parte.
Pero de pronto, una voz pareció soltar un pensamiento en voz alta.
—Ciertamente, a los locos no les puedes curar con razonamiento — Dijo el joven que hasta hace poco había estado cerca bebiendo el agua mineral.
—¿Ryōma?— Giró la cabeza para observar y parpadeó con sorpresa, eso si, sin bajarse de la mesa y mucho menos perder la pose extravagante.
—Yo soy...
Se despojó de su chaqueta y la alzó sosteniéndola con la mano derecha cómo si fuera una especie de bandera mientras con la zurda se cubría la mitad del rostro, abriendo los dedos para dejar visible su ojo.
—King Rōga~ Sonrió enseñando su dentadura, la cuál terminó resplandeciendo con un intenso brillo provocado por el reflejo de las luces del interior del local.
Algunos de los comensales rieron, otros simplemente lo ignoraron. De una u otra forma ambas reacciones se debían a que conocían de sobra su actitud, aunque no faltaron los que si le miraron con extrañeza, pero fue una mínima parte.
Pero de pronto, una voz pareció soltar un pensamiento en voz alta.
—Ciertamente, a los locos no les puedes curar con razonamiento — Dijo el joven que hasta hace poco había estado cerca bebiendo el agua mineral.
—¿Ryōma?— Giró la cabeza para observar y parpadeó con sorpresa, eso si, sin bajarse de la mesa y mucho menos perder la pose extravagante.