12/04/2020, 18:55
—Un viejo compañero — De un brinco volvió a asentar las posaderas en la silla cayendo de sentón en la misma, sacudiendo parte de la mesa en el proceso pero milagrosamente sin accidentarse tras la marometa. —Aunque no me esperaba que un Don Perfecto viniese a un sitio cómo este — Se cruzó de brazos.
—¿No se supone que tú nos dijiste que acudiéramos? — Se paró y se acercó hasta la mesa con rostro serio.
No era muy alto, tenía estatura promedio de su edad. Su cabello era negro, lacio y largo, con mechones cayendo a los costados de su rostro. El resto estaba peinado a manera de trenza que caía hasta la mitad de la espalda. Vestía una gabardina khaki larga que le llegaba hasta las rodillas y dejaba ver unas botas shinobi. Con las manos se ajustó las gafas que reflectaban las luces del lugar.
El Yotsuki parecía extrañado de la actitud del otro.
—Ciertamente los llamé pero no pensé que atendieran a la invitación. Y viendo que Kintaro y Rengetsu no están aquí acerté en parte. De todo,s el que menos me esperaba que fuera a venir eras tú; el del comportamiento modelo y ejemplo a seguir para los demás—. Se recostó en el asiento sonriendo, aunque luego pasó su vista nuevamente a Isamu. —Este tipo era el típico de las notas perfectas. Buen rendimiento físico, buen desempeño intelectual y sobre todo niño bonito que era la envidia de la clase. Historial impoluto, nunca desobedecía y aconsejaba a los demás. El número uno de la clase .— Señaló al otro apuntando con el pulgar.
—Y aún así, te las arreglaste para que te promovieran a genin un año que a todos los demás. Para luego enterarme de que te has montado una fiesta porque te van a mandar al Torneo de los Dojos — Guardó ambas manos en los bolsillos.
—¿A qué viene esa hostilidad? — Alzó una ceja confundido, pero relajado.
Si bien lo señalaba como alguien de buen ejemplo, ahora mismo no lo estaba demostrando tras interrumpir a el diálogo de Rōga e Isamu.
—¿No se supone que tú nos dijiste que acudiéramos? — Se paró y se acercó hasta la mesa con rostro serio.
No era muy alto, tenía estatura promedio de su edad. Su cabello era negro, lacio y largo, con mechones cayendo a los costados de su rostro. El resto estaba peinado a manera de trenza que caía hasta la mitad de la espalda. Vestía una gabardina khaki larga que le llegaba hasta las rodillas y dejaba ver unas botas shinobi. Con las manos se ajustó las gafas que reflectaban las luces del lugar.
El Yotsuki parecía extrañado de la actitud del otro.
—Ciertamente los llamé pero no pensé que atendieran a la invitación. Y viendo que Kintaro y Rengetsu no están aquí acerté en parte. De todo,s el que menos me esperaba que fuera a venir eras tú; el del comportamiento modelo y ejemplo a seguir para los demás—. Se recostó en el asiento sonriendo, aunque luego pasó su vista nuevamente a Isamu. —Este tipo era el típico de las notas perfectas. Buen rendimiento físico, buen desempeño intelectual y sobre todo niño bonito que era la envidia de la clase. Historial impoluto, nunca desobedecía y aconsejaba a los demás. El número uno de la clase .— Señaló al otro apuntando con el pulgar.
—Y aún así, te las arreglaste para que te promovieran a genin un año que a todos los demás. Para luego enterarme de que te has montado una fiesta porque te van a mandar al Torneo de los Dojos — Guardó ambas manos en los bolsillos.
—¿A qué viene esa hostilidad? — Alzó una ceja confundido, pero relajado.
Si bien lo señalaba como alguien de buen ejemplo, ahora mismo no lo estaba demostrando tras interrumpir a el diálogo de Rōga e Isamu.