26/04/2020, 17:17
Le miró sin moverse demasiado. Apartó el cubo suavemente y despacio y le miró con firmeza. Ahora sabía lo que ocurría cuando molestabas a un ninja. Se había cargado los adoquines y el mobiliario urbano de un buen trozo y seguramente se llevase una bronca gorda pero... Ya se encargaría de tratar con Amekoro-sama y explicarle la situación. Estaba dispuesto a pagar los desperfectos incluso si eso significaba no cobrar la misión. Al menos había salvado su orgullo y su ego. Siempre había odiado a la gente egocéntrica, pero pasar tanto tiempo con Ichiro había conseguido que su escondido lado narcisista creciera mucho. Tanto que incluso si le dedicase unos minutos a ver desde fuera su comportamiento, se daría asco a sí mismo.
Se acercó a él con pasos lentos y le clavó la mirada en los ojos, impasible, sin mostrar lástima alguna pues a pesar de que procuraba hacer buenas acciones, no tenía piedad alguna con aquellos carentes de moralidad. Siempre daba lo que recibía de cada cual, una especie de espejo socialmente. Si su posición no le permitía dar lo que recibía porque quien era déspota se trataba de alguien superior, simplemente acumulaba ese rencor hasta que, llegado el momento, lo podía expresar. Era paciente, mucho, así que no le importaba que pasaran años, décadas... Pero en ese preciso instante, había sido solo cuestión de horas.
-Creo que no estás en posición de pedirme nada... Primero, cuéntame lo que quiero saber y después te llevaré al médico, o a la cárcel, todo depende... -Dijo mirándole a los ojos, acercándose a él lo suficiente como para poder ayudarlo de ser necesario.
Se acercó a él con pasos lentos y le clavó la mirada en los ojos, impasible, sin mostrar lástima alguna pues a pesar de que procuraba hacer buenas acciones, no tenía piedad alguna con aquellos carentes de moralidad. Siempre daba lo que recibía de cada cual, una especie de espejo socialmente. Si su posición no le permitía dar lo que recibía porque quien era déspota se trataba de alguien superior, simplemente acumulaba ese rencor hasta que, llegado el momento, lo podía expresar. Era paciente, mucho, así que no le importaba que pasaran años, décadas... Pero en ese preciso instante, había sido solo cuestión de horas.
-Creo que no estás en posición de pedirme nada... Primero, cuéntame lo que quiero saber y después te llevaré al médico, o a la cárcel, todo depende... -Dijo mirándole a los ojos, acercándose a él lo suficiente como para poder ayudarlo de ser necesario.