26/12/2015, 05:58
La atención de la kunoichi en aquellos momentos estaba justamente en su cabello, aquello a lo que dedicaba varias horas del día por mero capricho logrando de esa manera una cabellera más que envidiable que además servía para que los del sexo opuesto le dedicasen algo más de atención además de por su cuerpo y rostro.
Dejando a un lado la carencia de humildad de la chica, era dentro de todo una buena kunoichi, por lo menos en luchas a distancia ya que su precisión con las armas arrojadizas era bastante descente y… Así lo demostró en cuanto escuchó aquellas ramas moviéndose.
Del cielo un chico de cabellos rubios se le había lanzado. ¿El objetivo? Completamente desconocido para la rubia, pero las deducciones suyas le indicaban que no se había aguantado con solo mirarla y cedió a sus impulsos. - ¡Quieto! - Gritó al mismo tiempo que lanzaba una piedresita que encontró a su lado dándole justo en la bandana que estaba atada en la frente del chico.
Puesto que impactó con la parte metálica era bastante lógico pensar que no le había hecho ningún daño, más teniendo en cuenta que ella no se había gastado ni un mínimo de chakra en dicho lanzamiento por lo que simplemente se puso de pie mientras daba unas últimas cepilladas a su melena y le dedicaba una mirada de desaprobación al joven que tenía delante. Alguien claramente menor que ella, no solo en altura sino también en edad. ~ ¿Es en serio? Esta generación viene cada vez peor. ~ Pensaba teniendo en cuenta algunos otros encuentros con shinobis de aproximadamente la misma edad que le estaba dando al chico que tenía delante.
- A ver, antes de lanzarte sobre una mujer deberías intentar hablar con ella o por lo menos conseguirte su nombre. - Comentó mientras se guardaba el cepillo en el portaobjetos, como si estuviese dando algún tipo de clase de ligue aunque ella nunca había tenido ningún tipo de relación sentimental con nadie. - Así que señor "lanzado", ¿podrías por lo menos presentarte? - Agregó llevándose la mano izquierda a la cintura.
Dejando a un lado la carencia de humildad de la chica, era dentro de todo una buena kunoichi, por lo menos en luchas a distancia ya que su precisión con las armas arrojadizas era bastante descente y… Así lo demostró en cuanto escuchó aquellas ramas moviéndose.
Del cielo un chico de cabellos rubios se le había lanzado. ¿El objetivo? Completamente desconocido para la rubia, pero las deducciones suyas le indicaban que no se había aguantado con solo mirarla y cedió a sus impulsos. - ¡Quieto! - Gritó al mismo tiempo que lanzaba una piedresita que encontró a su lado dándole justo en la bandana que estaba atada en la frente del chico.
Puesto que impactó con la parte metálica era bastante lógico pensar que no le había hecho ningún daño, más teniendo en cuenta que ella no se había gastado ni un mínimo de chakra en dicho lanzamiento por lo que simplemente se puso de pie mientras daba unas últimas cepilladas a su melena y le dedicaba una mirada de desaprobación al joven que tenía delante. Alguien claramente menor que ella, no solo en altura sino también en edad. ~ ¿Es en serio? Esta generación viene cada vez peor. ~ Pensaba teniendo en cuenta algunos otros encuentros con shinobis de aproximadamente la misma edad que le estaba dando al chico que tenía delante.
- A ver, antes de lanzarte sobre una mujer deberías intentar hablar con ella o por lo menos conseguirte su nombre. - Comentó mientras se guardaba el cepillo en el portaobjetos, como si estuviese dando algún tipo de clase de ligue aunque ella nunca había tenido ningún tipo de relación sentimental con nadie. - Así que señor "lanzado", ¿podrías por lo menos presentarte? - Agregó llevándose la mano izquierda a la cintura.