27/12/2015, 02:34
Ya todo estaba dicho y por ende no tenían motivos para permanecer allí por más tiempo, cada uno seguiría con sus asuntos hasta la próxima vez que se encontrasen, con un poco de suerte para hacer oficial la formación de un equipo shinobi. ~ Que valga la pena Datsue. ~ Pensaba la pelirroja que aun esbozaba aquella sonrisa.
Luego de haber estrechado manos, el Uchiha le comentó acerca de una ligera ausencia en la aldea que seguramente termine afectando la búsqueda por un tercer integrante pero siendo que él había hecho la propuesta Ritsuko no se molestaría en buscar nada, además que podría aprovechar para completar una que otra misión simple para ganarse un poco de dinero extra o incluso para seguir perfeccionando técnicas que puedan llegar a resultar útiles.
—. Espero que para entonces ya lo hayamos encontrado. ¿Dónde podría encontrarte a mi vuelta?
Preguntó el chico justo cuando la kunoichi estaba dispuesta a irse, es más, se había volteado y alejado un par de pasos para ese momento pero se detuvo al escucharle. - Hmm… - Murmuró sin voltearse y mirando al suelo, ya sin sonreír claro. - Pregunta a cualquiera que pase cerca del árbol sagrado por estas horas, diles que buscas a la loca de la calavera y seguramente sabrán decirte, si no es así probablemente no esté en la aldea. - Respondió finalmente al mismo tiempo que se volteaba para mirarle seria, más que nada para asegurarle que no era una broma.
Hecha la aclaración, ya no había motivos para que Ritsuko siguiera allí así que volvió a girarse para retirarse. - Nos vemos en un mes entonces, suerte con el viaje. - Hizo un gesto con su mano al mismo tiempo que se retiraba de la escena, específicamente por el puente en el que se había cruzado al hombre de larga cabellera.
- ¿Estás segura de esto? - Preguntó el ente a medida que se iba 'materializando' a un lado de la kunoichi que caminaba con una expresión bastante serena. - No sé, puede que me lleve una sorpresa. - Respondió mientras buscaba los bolsillos que nunca existieron en el pantalonsillo. - Nunca tuvo bolsillos… - Dijo una madre preocupada por el arranque de idiotez de su hija. - Quería ver si estabas atenta. - Respondió la pelirroja encaprichada con las mejillas infladas. Mientras que las personas que la veían hablando sola le dedicaban una que otra mirada de odio y desaprobación.
Luego de haber estrechado manos, el Uchiha le comentó acerca de una ligera ausencia en la aldea que seguramente termine afectando la búsqueda por un tercer integrante pero siendo que él había hecho la propuesta Ritsuko no se molestaría en buscar nada, además que podría aprovechar para completar una que otra misión simple para ganarse un poco de dinero extra o incluso para seguir perfeccionando técnicas que puedan llegar a resultar útiles.
—. Espero que para entonces ya lo hayamos encontrado. ¿Dónde podría encontrarte a mi vuelta?
Preguntó el chico justo cuando la kunoichi estaba dispuesta a irse, es más, se había volteado y alejado un par de pasos para ese momento pero se detuvo al escucharle. - Hmm… - Murmuró sin voltearse y mirando al suelo, ya sin sonreír claro. - Pregunta a cualquiera que pase cerca del árbol sagrado por estas horas, diles que buscas a la loca de la calavera y seguramente sabrán decirte, si no es así probablemente no esté en la aldea. - Respondió finalmente al mismo tiempo que se volteaba para mirarle seria, más que nada para asegurarle que no era una broma.
Hecha la aclaración, ya no había motivos para que Ritsuko siguiera allí así que volvió a girarse para retirarse. - Nos vemos en un mes entonces, suerte con el viaje. - Hizo un gesto con su mano al mismo tiempo que se retiraba de la escena, específicamente por el puente en el que se había cruzado al hombre de larga cabellera.
- ¿Estás segura de esto? - Preguntó el ente a medida que se iba 'materializando' a un lado de la kunoichi que caminaba con una expresión bastante serena. - No sé, puede que me lleve una sorpresa. - Respondió mientras buscaba los bolsillos que nunca existieron en el pantalonsillo. - Nunca tuvo bolsillos… - Dijo una madre preocupada por el arranque de idiotez de su hija. - Quería ver si estabas atenta. - Respondió la pelirroja encaprichada con las mejillas infladas. Mientras que las personas que la veían hablando sola le dedicaban una que otra mirada de odio y desaprobación.