17/05/2020, 11:41
Una vez más me encontraba ante aquel gran dojo de la aldea, el cual había sido el hogar y la casa de Moyashi Kenzou durante un porrón de años. Ahora eran propiedad de su sucesora, Aburame Kintsugi, la misma que no dudó en arrebatarme todo lo que el viejo me había dado. Iba a tener que ganarmelo de nuevo. Y esta vez el tiempo corría en mi contra.
Además, Kumopansa ya no me acompañaba. suficiente estaba teniendo que soportar como para tener a mi lado, en aquellos duros días a la araña que se la conocía por sus bromas pasadas de rosca. Además, la simple idea de que estuviese allí y lo viese todo me causaba una profunda verguenza. Era mejor así.
«Que se acabe ya el puto torneo»
Pensé, enrabietado mientras cruzaba la puerta de entrada y me dirigía hasta el mostrador.
— Ya estoy aquí, ¿qué será hoy?
Además, Kumopansa ya no me acompañaba. suficiente estaba teniendo que soportar como para tener a mi lado, en aquellos duros días a la araña que se la conocía por sus bromas pasadas de rosca. Además, la simple idea de que estuviese allí y lo viese todo me causaba una profunda verguenza. Era mejor así.
«Que se acabe ya el puto torneo»
Pensé, enrabietado mientras cruzaba la puerta de entrada y me dirigía hasta el mostrador.
— Ya estoy aquí, ¿qué será hoy?
![[Imagen: K1lxG4r.png]](https://i.imgur.com/K1lxG4r.png)
![[Imagen: dlinHLO.png]](https://i.imgur.com/dlinHLO.png)
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