28/05/2020, 11:32
Todo iba como los chorros del oro. Hasta que alguien decidió que tenía que pararme. Era uno de los vigilantes de la entrada y la salida de la aldea. Lucía la indumentaria reglamentaria con orgullo, ahí estaba su chaleco y su plaquita plateada que le acreditaba como chunnin. De hecho habíamos cruzado cientos de veces en aquel mismo lugar en el pasado.
— ¡Perdone! ¿Quien es usted y donde va?
Levanté la mirada y atravesé el kasa para llegar hasta sus orbes.
— ¿Cómo que quién soy? Sasagani Yota, gen... esto... da igual — la vergüenza me carcomía cada vez que recordaba que ya no era un puto ninja por derecho, sino por supervivencia. Tomé el pergamino de la misión y se lo mostré — Resulta que tengo que ir a trabajar
— ¡Perdone! ¿Quien es usted y donde va?
Levanté la mirada y atravesé el kasa para llegar hasta sus orbes.
— ¿Cómo que quién soy? Sasagani Yota, gen... esto... da igual — la vergüenza me carcomía cada vez que recordaba que ya no era un puto ninja por derecho, sino por supervivencia. Tomé el pergamino de la misión y se lo mostré — Resulta que tengo que ir a trabajar
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa