1/06/2020, 09:16
Mi oponente no tardo en aparecer desde el otro lado. El publico estaba expectante, claro, era una gran final. Pero estaba seguro que ansiaban más aún ver el combate de Daruu y Datsue. Pero no pensaba dejar que se quedasen con la gloria tan fácilmente. Aquel día, incluso mi padre, que había cerrado la forja durante una semana, algo inaudito, estaba allí para animarme. No podía defraudarlos.
La muchacha saludó con una reverencia a la que correspondi educadamente. Mi madre ya me había regañado lo suficiente por mi forma de actuar en la ronda anterior. Después, ella saludo al público y a los Kages y tras eso, me dedicó unas palabras.
—Sasaki Reiji-san —Se acercó un poco, pero no parecía que quisiera iniciar el combate. —. Q-quiero que sepa que n-no le guardo rencor a-alguno. P-por lo sucedido co-con Kazuma-san, me refiero. E-e-estoy segura que luchó cual guerrero. Y así hemos de hacer hoy n-nosotros. También.
Agradecía el gesto. Aunque no me hubiera importado si los Kusajines me odiaban. Yo sabía lo que había sucedido en ese combate, y sabia que no había sido a propósito. Su odió no podría manchar mi consciencia. Por suerte, esta chica parecía no odiarme.
—Sagiso Ranko-san ¿Verdad?Agradezco tu gesto. —Arrojé suavemente la bandana que sujetaba con el brazo derecho a la altura del pecho. De forma que no pareciese un ataque. —Es la bandana que rompí, la he vuelto a forjar. Espero que puedas entregársela a Kazuma o su familia, y si es posible, agradecería que te disculpases con ellos de mi parte, no pretendía que el combate terminase de esa forma.
Ya estaba hecho. Ahora, si querían ofenderse o sentirse insultados, me daba igual. Solo quedaba esperar a la reacción de mi oponente.
La muchacha saludó con una reverencia a la que correspondi educadamente. Mi madre ya me había regañado lo suficiente por mi forma de actuar en la ronda anterior. Después, ella saludo al público y a los Kages y tras eso, me dedicó unas palabras.
—Sasaki Reiji-san —Se acercó un poco, pero no parecía que quisiera iniciar el combate. —. Q-quiero que sepa que n-no le guardo rencor a-alguno. P-por lo sucedido co-con Kazuma-san, me refiero. E-e-estoy segura que luchó cual guerrero. Y así hemos de hacer hoy n-nosotros. También.
Agradecía el gesto. Aunque no me hubiera importado si los Kusajines me odiaban. Yo sabía lo que había sucedido en ese combate, y sabia que no había sido a propósito. Su odió no podría manchar mi consciencia. Por suerte, esta chica parecía no odiarme.
—Sagiso Ranko-san ¿Verdad?Agradezco tu gesto. —Arrojé suavemente la bandana que sujetaba con el brazo derecho a la altura del pecho. De forma que no pareciese un ataque. —Es la bandana que rompí, la he vuelto a forjar. Espero que puedas entregársela a Kazuma o su familia, y si es posible, agradecería que te disculpases con ellos de mi parte, no pretendía que el combate terminase de esa forma.
Ya estaba hecho. Ahora, si querían ofenderse o sentirse insultados, me daba igual. Solo quedaba esperar a la reacción de mi oponente.