30/12/2015, 22:43
El odio que tenía Blame hacia los humanos no era siquiera comprensible, o calculable... una lástima que esos se habían llegado a librar. Realmente les hubiese venido mejor morir, ¿quien mejor que el albino para salvarlos? Debía de encontrar alguna manera de concienciarlos, algún modo debía de haber. Solo había de encontrar la forma de acceder al subconsciente de las personas, encontrar el modo de hacerles ver la verdad...
Antes de que se diese cuenta, mientras su cabeza se sumergía en pura y tétrica consciencia, las palabras del viajero le llevaron a sostener la atención en éste. El chico le interrumpió el paso para agradecerle la ayuda, se presentó como Datsue, y hasta se atrevió a bromear con su vida. Por la boca muere el pez, y éste habría sido un pez efímero en otra situación... Por suerte para él, estaban rodeados de guardias, civiles, y otro genin.
Antes siquiera de recibir una contestación, Juro interrumpió. Evidentemente estaba indignado, y reclamaba un motivo por la anterior situación. Entre medio de ambos, el chico se encontraba en una encrucijada. Podía decirles la verdad, o podía decorarla. Era obvio que si decía tan solo la verdad, lo tacharían nuevamente de loco... y ya se había librado de esa mala fama. Pasar desapercibido era lo ideal, hasta en su anterior profesión lo reseñaban. Con desdén, se llevó la mano hacia la nuca, y rascó levemente la media cabellera blanca que portaba.
—Me habéis interpretado mal, aunque lo habéis hecho muy bien.— Comenzó a argumentar el albino. —A mi no me iba a pagar nadie por quitarles la vida, y eso no es un buen negocio. No tenía motivo alguno para matarlos, aunque pudiese. Pero ahora pensadlo bien. Esa chica es la líder del grupito, y seguramente tiene dinero como para sobornar al juez o pagar su fianza... Será liberada en menos de un mes. Cuando salga, volvería a continuar con su "negocio" y no pasaría nada.—
Se giró, y la señaló levemente con un gesto, mientras que ésta era arrastrada por el guarda. La chica aún temblaba, e incluso se le notaba una mancha de líquido en el vestido, en la zona baja.
—Con el susto que se ha llevado, se lo pensará dos veces antes de volver a hacer algo parecido. Yo he sido el tipo malo, y vosotros los que intentabais concienciarme... eso le ha dado aún mas credibilidad. Tanto miedo ha pasado, que hasta se ha orinado encima.—
Se volvió de nuevo, y se atrevió a pasar por entre medio por fin. Antes de ello, volvió a sonreír.
—A veces actuar de lo más tétrico, raro y despiadado... tiene un buen propósito. En fin... me marcho a comprar algo de ropa, que casi parezco un exhibicionista.—
Antes de que se diese cuenta, mientras su cabeza se sumergía en pura y tétrica consciencia, las palabras del viajero le llevaron a sostener la atención en éste. El chico le interrumpió el paso para agradecerle la ayuda, se presentó como Datsue, y hasta se atrevió a bromear con su vida. Por la boca muere el pez, y éste habría sido un pez efímero en otra situación... Por suerte para él, estaban rodeados de guardias, civiles, y otro genin.
Antes siquiera de recibir una contestación, Juro interrumpió. Evidentemente estaba indignado, y reclamaba un motivo por la anterior situación. Entre medio de ambos, el chico se encontraba en una encrucijada. Podía decirles la verdad, o podía decorarla. Era obvio que si decía tan solo la verdad, lo tacharían nuevamente de loco... y ya se había librado de esa mala fama. Pasar desapercibido era lo ideal, hasta en su anterior profesión lo reseñaban. Con desdén, se llevó la mano hacia la nuca, y rascó levemente la media cabellera blanca que portaba.
—Me habéis interpretado mal, aunque lo habéis hecho muy bien.— Comenzó a argumentar el albino. —A mi no me iba a pagar nadie por quitarles la vida, y eso no es un buen negocio. No tenía motivo alguno para matarlos, aunque pudiese. Pero ahora pensadlo bien. Esa chica es la líder del grupito, y seguramente tiene dinero como para sobornar al juez o pagar su fianza... Será liberada en menos de un mes. Cuando salga, volvería a continuar con su "negocio" y no pasaría nada.—
Se giró, y la señaló levemente con un gesto, mientras que ésta era arrastrada por el guarda. La chica aún temblaba, e incluso se le notaba una mancha de líquido en el vestido, en la zona baja.
—Con el susto que se ha llevado, se lo pensará dos veces antes de volver a hacer algo parecido. Yo he sido el tipo malo, y vosotros los que intentabais concienciarme... eso le ha dado aún mas credibilidad. Tanto miedo ha pasado, que hasta se ha orinado encima.—
Se volvió de nuevo, y se atrevió a pasar por entre medio por fin. Antes de ello, volvió a sonreír.
—A veces actuar de lo más tétrico, raro y despiadado... tiene un buen propósito. En fin... me marcho a comprar algo de ropa, que casi parezco un exhibicionista.—