31/12/2015, 00:31
—Me habéis interpretado mal, aunque lo habéis hecho muy bien.— Comenzó a argumentar el albino. —A mi no me iba a pagar nadie por quitarles la vida, y eso no es un buen negocio. No tenía motivo alguno para matarlos, aunque pudiese. Pero ahora pensadlo bien. Esa chica es la líder del grupito, y seguramente tiene dinero como para sobornar al juez o pagar su fianza... Será liberada en menos de un mes. Cuando salga, volvería a continuar con su "negocio" y no pasaría nada.—
El albino se giró, y la señaló levemente con un gesto, mientras que ésta era arrastrada por el guarda. La chica aún temblaba, e incluso se le notaba una mancha de líquido en el vestido, en la zona baja.
—Con el susto que se ha llevado, se lo pensará dos veces antes de volver a hacer algo parecido. Yo he sido el tipo malo, y vosotros los que intentabais concienciarme... eso le ha dado aún mas credibilidad. Tanto miedo ha pasado, que hasta se ha orinado encima.—
Datsue asintió un par de veces ante sus explicaciones, e incluso alzó una ceja al comprobar que, efectivamente, la chica se había orinado encima. Cuando volvió a mirar al albino, éste estaba sonriendo.
—A veces actuar de lo más tétrico, raro y despiadado... tiene un buen propósito. En fin... me marcho a comprar algo de ropa, que casi parezco un exhibicionista.
Datsue asintió una vez más. Por lo que le respectaba a él, las aclaraciones de Blame le habían servido. Es más, le habían gustado. El albino se veía como una persona que era capaz de matar cuando era necesario, sin temblarle el pulso, y que empleaba el engaño y la manipulación para conseguir sus propósitos, sin la menor señal de vergüenza o remordimiento por ello. Definitivamente, empezaba a caerle bien.
Y podría resultarme muy útil…
¿Acaso no le vendría bien tener a alguien como él a su lado cuando llegase a Shinogi-to? Un chico que se había desenvuelto como pez en el agua ante una situación como aquella, sin duda, le sería más que necesario.
Le miró de arriba abajo, en busca de alguna señal que le identificase con alguna de las tres grandes Aldeas. No encontró nada. Pero, pese a que no le había visto realizar ninguna técnica, aquel chico lucía como un shinobi. Un shinobi renegado, quizá. O un shinobi que simplemente oculta su bandana ninja, como hago yo.
—Blame, ¿te importa si te acompaño en esas compras? —le preguntó amablemente. Era un hábito en él, lo de mostrarse amable. Única y exclusivamente, eso sí, cuando quería conseguir algo de alguien—. Tengo una propuesta que hacerte que quizá te interese…
El albino se giró, y la señaló levemente con un gesto, mientras que ésta era arrastrada por el guarda. La chica aún temblaba, e incluso se le notaba una mancha de líquido en el vestido, en la zona baja.
—Con el susto que se ha llevado, se lo pensará dos veces antes de volver a hacer algo parecido. Yo he sido el tipo malo, y vosotros los que intentabais concienciarme... eso le ha dado aún mas credibilidad. Tanto miedo ha pasado, que hasta se ha orinado encima.—
Datsue asintió un par de veces ante sus explicaciones, e incluso alzó una ceja al comprobar que, efectivamente, la chica se había orinado encima. Cuando volvió a mirar al albino, éste estaba sonriendo.
—A veces actuar de lo más tétrico, raro y despiadado... tiene un buen propósito. En fin... me marcho a comprar algo de ropa, que casi parezco un exhibicionista.
Datsue asintió una vez más. Por lo que le respectaba a él, las aclaraciones de Blame le habían servido. Es más, le habían gustado. El albino se veía como una persona que era capaz de matar cuando era necesario, sin temblarle el pulso, y que empleaba el engaño y la manipulación para conseguir sus propósitos, sin la menor señal de vergüenza o remordimiento por ello. Definitivamente, empezaba a caerle bien.
Y podría resultarme muy útil…
¿Acaso no le vendría bien tener a alguien como él a su lado cuando llegase a Shinogi-to? Un chico que se había desenvuelto como pez en el agua ante una situación como aquella, sin duda, le sería más que necesario.
Le miró de arriba abajo, en busca de alguna señal que le identificase con alguna de las tres grandes Aldeas. No encontró nada. Pero, pese a que no le había visto realizar ninguna técnica, aquel chico lucía como un shinobi. Un shinobi renegado, quizá. O un shinobi que simplemente oculta su bandana ninja, como hago yo.
—Blame, ¿te importa si te acompaño en esas compras? —le preguntó amablemente. Era un hábito en él, lo de mostrarse amable. Única y exclusivamente, eso sí, cuando quería conseguir algo de alguien—. Tengo una propuesta que hacerte que quizá te interese…
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado