8/06/2020, 18:25
—Bueno, dicen que el dinero inspira muchas cosas, pero la lealtad y la confianza no son una de ellas
— Muchacho, si no confiase en la gente que contrato, ¿cómo podría confiar en vosotros? — soltó con total confianza en sus palabras, como si acabase de dar un argumento completamente irrebatible.
Solo acabar de hablar, de la niebla de la cueva apareció un hombre, era alto y parecía bastante musculado. Era dificil de distinguir para ambos ninjas por la distancia y que vestía una capa blanca que le cubría desde el cuello hasta los pies.
— Ahí viene. — aclaró Yōgi completamente relajado, por lo que se sobreentendia que era su contacto y no el ladrón.
El hombre subió la ladera directo al pequeño grupo, la cara se la tapaba parcialmente el respirador que no tardó en quitarse una vez fuera de peligro. Tenía los ojos negros y el cabello negro y largo, oculto tras la capucha de su capa. Sacó los brazos de debajo de la capa para quitarse el respirador. Pudieron ver un par de dagas en su cinto pero nada más destacable aparte de eso. Vestía una camiseta y un pantalón con unas sandalias.
— Nada, ni una pista, ese hijo de puta podría estar esperando para emboscar, tened cuidado. — advirtió a los ninjas pero el respirador se lo pasó a su jefe.
— Muchacho, si no confiase en la gente que contrato, ¿cómo podría confiar en vosotros? — soltó con total confianza en sus palabras, como si acabase de dar un argumento completamente irrebatible.
Solo acabar de hablar, de la niebla de la cueva apareció un hombre, era alto y parecía bastante musculado. Era dificil de distinguir para ambos ninjas por la distancia y que vestía una capa blanca que le cubría desde el cuello hasta los pies.
— Ahí viene. — aclaró Yōgi completamente relajado, por lo que se sobreentendia que era su contacto y no el ladrón.
El hombre subió la ladera directo al pequeño grupo, la cara se la tapaba parcialmente el respirador que no tardó en quitarse una vez fuera de peligro. Tenía los ojos negros y el cabello negro y largo, oculto tras la capucha de su capa. Sacó los brazos de debajo de la capa para quitarse el respirador. Pudieron ver un par de dagas en su cinto pero nada más destacable aparte de eso. Vestía una camiseta y un pantalón con unas sandalias.
— Nada, ni una pista, ese hijo de puta podría estar esperando para emboscar, tened cuidado. — advirtió a los ninjas pero el respirador se lo pasó a su jefe.