16/06/2020, 12:00
— Shiten-kun y yo hemos estado hablando antes. Me ha hablado del chico que mató a Kenzou. No paraba de decir que no entendía como había sido posible. Esa es una herida que no creo que le cicatrice. Nosotros ya estamos mayores, chico, nuestro apoyo le va a servir de poco a Kintsugi-sama o a la villa. Por eso me interesa qué piensas tú, Yota-kun. Como joven shinobi.
Fue aquella pasa con patas que yacía delante mío quien, una vez más, rompió el silencio. Silencio que cada vez se antojaba más incómodo.
— Y la juventud de Kusagakure me da verdadero pavor. De momento, por lo que sé, uno se declaró ferviente aprendiz del jinchuriki en pleno combate, otro ni se presentó al combate y después estás tú, transformandote en el cadaver de Kenzou. Supongo que estabas esperando que sacase el tema y supongo que supondrás que me gustaría saber tu versión.
Lo que empezaba a plasmarse era que aquello cada vez distaba más de ser la típica misión de limpiar trenecitos. Aquello tenía una segunda intención bien escondida. No obstante, aquella situación en la que me encontraba me permitía redimirme. Saltaba a la vista que aquel hombre ostentaba poder en el país y seguramente la Morikage sería informada de aquella charla una vez finalizase.
— Es probable que me escediara y que el fragor de la pelea me cegase — admití con una aparente tranquilidad, aunque estaba escogiendo mis palabras con suma cautela. — Lo cierto es que incluso ese henge formaba parte de mi estrategia con mi versión del Kashumi Jūsha no jutsu.
Fue aquella pasa con patas que yacía delante mío quien, una vez más, rompió el silencio. Silencio que cada vez se antojaba más incómodo.
— Y la juventud de Kusagakure me da verdadero pavor. De momento, por lo que sé, uno se declaró ferviente aprendiz del jinchuriki en pleno combate, otro ni se presentó al combate y después estás tú, transformandote en el cadaver de Kenzou. Supongo que estabas esperando que sacase el tema y supongo que supondrás que me gustaría saber tu versión.
Lo que empezaba a plasmarse era que aquello cada vez distaba más de ser la típica misión de limpiar trenecitos. Aquello tenía una segunda intención bien escondida. No obstante, aquella situación en la que me encontraba me permitía redimirme. Saltaba a la vista que aquel hombre ostentaba poder en el país y seguramente la Morikage sería informada de aquella charla una vez finalizase.
— Es probable que me escediara y que el fragor de la pelea me cegase — admití con una aparente tranquilidad, aunque estaba escogiendo mis palabras con suma cautela. — Lo cierto es que incluso ese henge formaba parte de mi estrategia con mi versión del Kashumi Jūsha no jutsu.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa