16/06/2020, 17:47
Él no lo sabía, desde luego. Que todo podía salir mal en cuestión de segundos. Se creía lo suficientemente capaz de subir a los tejados y escabullirse hacia el otro lado por sí mismo, y ahora que contaba con la pletórica distracción de una seductora Otohime; pues con más razones todavía. Pero el destino suele ser caprichoso cuando así se lo propone. Demasiado, a veces. Siendo que, en cuanto menos te lo esperas... todo pasa de una calma absoluta, a irse todo a la puta mierda.