5/01/2016, 14:13
El chico no se tomó demasiado mal que la Hyuga no recordase su nombre, aunque podía estar segura de que de alguna forma u otra había herido su orgullo pero estaba claro que eso no le iba a detener. Por otra parte, Ayame, parecía bastante nerviosa por la aparición tan repentina de aquel personaje, no era para menos pues pertenecía a otra aldea y según había ido entendiendo la de Kusabi, no eran buenos tiempos en las relaciones entre las aldeas.
El extraño pelirrojo, se colocó bien la ropa, aparto el polvo y se dispuso a satisfacer la curiosidad de ambas con lo que debía de pensar que era una presentación estelar, al menos eso parecía por sus palabras y esa forma de saludar un tanto peculiar. En otra ocasión, Mitsuki se hubiese extraño por aquel comportamiento, sin embargo su experiencia en el continente le había enseñado que a veces ese tipo de personas son totalmente funcionales a su manera.
El chico volteó hacia las dos kunoichis y lanzó su pregunta a la peliblanca, que sin titubear volvió a responder
—Lo siento pero no, aún así estoy encantada de conocerte Sasagani Yota— hizo una leve reverencia —Prometo que no olvidaré tu nombre— respondió con una cálida sonrisa.
El extraño pelirrojo, se colocó bien la ropa, aparto el polvo y se dispuso a satisfacer la curiosidad de ambas con lo que debía de pensar que era una presentación estelar, al menos eso parecía por sus palabras y esa forma de saludar un tanto peculiar. En otra ocasión, Mitsuki se hubiese extraño por aquel comportamiento, sin embargo su experiencia en el continente le había enseñado que a veces ese tipo de personas son totalmente funcionales a su manera.
El chico volteó hacia las dos kunoichis y lanzó su pregunta a la peliblanca, que sin titubear volvió a responder
—Lo siento pero no, aún así estoy encantada de conocerte Sasagani Yota— hizo una leve reverencia —Prometo que no olvidaré tu nombre— respondió con una cálida sonrisa.