(C) A raíz de los ataques

[Sasagani Yota]

Para cuando llegamos de nuevo a la aldea de los granjeros, el sol ya había salido a saludar y, como no podía ser de otro modo, las mujeres ya estaban en el campo trabajando. En ese preciso momento parecían tomarse un pequeño descanso, charlando entre ellas.

—Oh, por el Dios del Bosque, ¿pero qué…?

Cuando nos vieron dejaron todo lo que estaban haciendo para recibirnos con preocupación ante el peso que cargabamos los tres ninjas.

—No los molestarán de nuevo. Ririki era el problema, y ya no podrá hacerles nada.

—Entiendo. ¡Oh, cuánto lo lamento por esas chicas, Hana Sora-dono!

Una de las mujeres había entrado en la casa.

—. ¡Pero no duden que estaremos muy agradecidos con ustedes! ¡Pueden pasar por aquí si en algún momento se encuentran cerca y necesitan algo! —

— Gracias. Pasen a saludar por Kusagakure si algún día pasan por allí — dije mientras trataba de mantener una postura correcta, tratando de ocultar mis sensaciones.

Entonces la mujer que había entrado en la casa volvió con unas cuantas mantas.

—Al menos estarán un poco mejor con esto. Lo siento.

—G-gracias.

— Gracias, volveremos en cuanto sea posible para devolverlas

Con la ayuda de Ao, cadáveres y enfermos fueron envueltos en aquellas sabanas y tras ello, llegó el momento de irse.

—Hemos de partir ya.

— Claro, démonos prisa

Aún había cosas por hacer, pero ahora lo que debíamos hacer era regresar a la aldea. Por tanto, una vez más, seguiría la estela de Sora-sensei.