(C) Hedor a muerte

[Hanamura Kazuma]

—El gas se lo han ventilado las plantas. Son venenosas, por eso no hay bichos ni animales por aquí, aunque haya plantas. Y no, no hay salida a esta galería.

—Ya veo —dijo él, sorprendido por tan curiosa forma de vida que limpiaba el aire corrompiéndose a sí misma.

El joven peliblanco se tomaría un momento para tomar una muestra. Solo sería cuestión de cortar con cuidado utilizando su kunai y envolver en un pañuelo que llevaba consigo una de las plantas. Sin duda aquel sería un espécimen muy valioso para alguien interesado en las peculiaridades de la botánica.

—Voy a salir.

—El pasillo por donde llegamos está repleto de gas —informo con simplicidad el peliblanco, como quien avisa de un callejón sin salida—. Además, no se espera que nadie a parte de nosotros y el ladrón salga de esta mina… Así que si vas por tu cuenta lo más probable es que se arme un malentendido bastante grande.

Kazuma revisaría que su máscara estuviera bien ajustada y daría un vistazo a los alrededores.

—¿Ves alguna otra ruta en la cual seguir avanzando, Ranko-san? Yo no —comento, algo decepcionado y esperando que su compañera le sacase de error—. Si no tenemos por donde avanzar debemos de salir y replantearnos la situación.

»Me gustaría llevar el cadáver con nosotros. Intentare sellarlo en un pergamino; si no, me lo tendré que llevar a rastras.

Sé que, por lo general, no se puede sellar a una persona o ser vivo en un pergamino; pero quizá un cuerpo muerto pueda contar como algo inerte y más fácil de sellar.