30/07/2020, 10:41
— De acuerdo, me parece bien. Seguro que no tienes ningún problema con el examen, se te ve bastante capaz pero antes... Deberías arreglarte un poco, aunque nos quedemos en casa; haremos lo que tú me pidas. Yo me adelantaré, y darme una ducha
— S-sí, Ren-neechan.
Acababa de decirle que harían lo que ella quisiese, sin embargo, era Ren, de forma indiscutible, la que estaba al mando aquel día. Hana solo pudo asentir y dejar que su hermanastra tirara del carro. Se sentó en la cama y siguió con la mirada a su hermanastra. N-no porque esperase que se desvistiera, no, no. Negó ella misma varias veces con la cabeza para subrayarlo.
— Aquí te espero. — susurró para sí cuando Ren cerró la puerta de la habitación.
Tardó aproximadamente un minuto en ir al armario y sacar un pijama de manga corta. Para ella era como si de repente fuese verano otra vez, tenía calor a todas horas. Ahora mismo, estaba ardiendo. Claro que igual no ayudaba que estar ahí sentada sin hacer nada le hubiese despertado una idea salvaje. ¿Y si iba ya al baño? Ren estaba duchandose, claro, pero eran hermanas. ¿Cómo de raro sería ducharse juntas? Nada.
No, no, no. Debía controlarse. Aunque tal vez solo ir a dejar la ropa... No, no. Nada. Nada de nada. Sentada, esperando. Y así la encontraría Ren al volver, mirando a la puerta con intensidad y más roja que un tomate.
— S-sí, Ren-neechan.
Acababa de decirle que harían lo que ella quisiese, sin embargo, era Ren, de forma indiscutible, la que estaba al mando aquel día. Hana solo pudo asentir y dejar que su hermanastra tirara del carro. Se sentó en la cama y siguió con la mirada a su hermanastra. N-no porque esperase que se desvistiera, no, no. Negó ella misma varias veces con la cabeza para subrayarlo.
— Aquí te espero. — susurró para sí cuando Ren cerró la puerta de la habitación.
Tardó aproximadamente un minuto en ir al armario y sacar un pijama de manga corta. Para ella era como si de repente fuese verano otra vez, tenía calor a todas horas. Ahora mismo, estaba ardiendo. Claro que igual no ayudaba que estar ahí sentada sin hacer nada le hubiese despertado una idea salvaje. ¿Y si iba ya al baño? Ren estaba duchandose, claro, pero eran hermanas. ¿Cómo de raro sería ducharse juntas? Nada.
No, no, no. Debía controlarse. Aunque tal vez solo ir a dejar la ropa... No, no. Nada. Nada de nada. Sentada, esperando. Y así la encontraría Ren al volver, mirando a la puerta con intensidad y más roja que un tomate.