8/01/2016, 08:26
El caballero de tétrica apariencia, el shinobi sin aldea, el guerrero sin nombre... ése mismo iba caminando sin atender a la realidad. Todo en su cabeza daba vueltas en torno a su venganza. Si, realmente era humano, y pese a todos sus principios... con su madre tendría un trato muy especial. La venganza, así como todos los sentimientos negativos que posee cualquier humano pasaban también por sus venas, y éste este sentimiento concreto era irrevocable.
Tanto distaba su mente de la realidad, que no atendió a razones. La gente que se disponía en la estructura impuesta sobre el agua se apartaba bruscamente ante un desfachatado atentado a la tranquilidad. Todos, o al menos la gran mayoría evitaban ser atropellados por un carruaje que no cedía el paso, mas bien exigía el suyo propio. De hecho, ni lo exigía, arremetía contra todo lo que se le llegase a cruzar, y el albino era una de esas cosas. Escasos segundos le faltaron para ser arroyado, pues antes de que eso sucediese, se vio desequilibrado por otro eje. Éste eje no fue mas que una persona, que le hizo un placaje para evitar que el carruaje lo aplastase.
El albino cayó en seco, sin posibilidad de impedir un chasquido con la lengua, gesto del impacto contra el suelo. Todo había sido muy brusco, no sabía ni para donde mirar.
—Tsk! ¿Qué coño...?—
En cuanto pudo, echó la vista hacia la carreta que había pasado a su lado a toda velocidad. Junto a él, un chico le preguntaba si se encontraba bien. El Senju llevó sus orbes hacia él, y en su cara solo se mostraba discordia, muestra de ello era la ceja alzada. ¿Por qué diablos se había arriesgado para evitarle el accidente? Éstos humanos cada vez eran mas singulares...
—Si... si... estoy bien gracias a ti.— Respondió ante la pregunta.
No tardó en sacudirse la ropa, así como en levantarse.
—No sabía que las carretas tenían permiso para circular por éste puente... y menos que no tuviesen reglas al hacerlo... Mi nombre es Blame, y gracias por el empujón.—
Tan solo esperaba que su gratitud fuese suficiente, quizás el chico ese solo le había movido buscando un beneficio. En éstas fechas la cartera no iba muy llena...
Tanto distaba su mente de la realidad, que no atendió a razones. La gente que se disponía en la estructura impuesta sobre el agua se apartaba bruscamente ante un desfachatado atentado a la tranquilidad. Todos, o al menos la gran mayoría evitaban ser atropellados por un carruaje que no cedía el paso, mas bien exigía el suyo propio. De hecho, ni lo exigía, arremetía contra todo lo que se le llegase a cruzar, y el albino era una de esas cosas. Escasos segundos le faltaron para ser arroyado, pues antes de que eso sucediese, se vio desequilibrado por otro eje. Éste eje no fue mas que una persona, que le hizo un placaje para evitar que el carruaje lo aplastase.
El albino cayó en seco, sin posibilidad de impedir un chasquido con la lengua, gesto del impacto contra el suelo. Todo había sido muy brusco, no sabía ni para donde mirar.
—Tsk! ¿Qué coño...?—
En cuanto pudo, echó la vista hacia la carreta que había pasado a su lado a toda velocidad. Junto a él, un chico le preguntaba si se encontraba bien. El Senju llevó sus orbes hacia él, y en su cara solo se mostraba discordia, muestra de ello era la ceja alzada. ¿Por qué diablos se había arriesgado para evitarle el accidente? Éstos humanos cada vez eran mas singulares...
—Si... si... estoy bien gracias a ti.— Respondió ante la pregunta.
No tardó en sacudirse la ropa, así como en levantarse.
—No sabía que las carretas tenían permiso para circular por éste puente... y menos que no tuviesen reglas al hacerlo... Mi nombre es Blame, y gracias por el empujón.—
Tan solo esperaba que su gratitud fuese suficiente, quizás el chico ese solo le había movido buscando un beneficio. En éstas fechas la cartera no iba muy llena...