8/01/2016, 21:05
Antes de que Blame le contestase, el viajero al que habían salvado se adelantó para hablarle.
—Eh, Juro, ¿verdad? —Las deudas hay que pagarlas cuanto antes, o sino se acumulan los intereses. Eso es algo que aprendí hace poco, por desgracia—. Creo que has tenido algo que ver con que siga aquí, de pie y de una pieza —le ofreció la mano para estrechársela—. Mi gratitud —
— Tranquilo, era lo correcto, podríamos haber sido nosotros — Juro le devolvió el apretón de manos, eso estaba mejor...
Una vez zanjado el asunto, el viajero perdió el interés en él y se centró en Blame, mientras este le dirigía unas palabras a Juro.
—Juro... ¿Podrías definirme que es ser malo para ti? Que actúe diferente a las normas que el resto acatan sin rechistar no es mas que ser un rebelde. No lucho por lo ideales shinobis, no tengo el honor de un samurai, y no soy un civil mas... Tu concepto de "malo" quizás está en otro lugar. Esas dos vidas arrebatadas, en mi conciencia son dos venganzas bien tratadas. ¿A cuántos habrán matado, tullido, secuestrado y torturado ellos? Creo que habiendo quitado esas dos vidas, la jefa de la banda dejará de lado el negocio. Si me he equivocado... es un riesgo que puedo asumir, pues tan solo he matado a dos asesinos.— Sus palabras eran duras, pero con una rotunda lógica. —Si quieres tratarme como el malo del cuento... puedes hacerlo. No tengo problema con ello, de hecho, mi apodo viene con ese significado. Blame significa "al que culpar".
— No voy a hacerlo, no soy quién para cuestionar los métodos de nadie ni para juzgarte— respondió, con un pequeño suspiro. Ya se había calmado.— Puede que tengas razón, puede que no, eso no lo decido yo.
Juro asimiló la información. Como ya había sospechado, Blame no era su verdadero nombre, era un apodo. ¿Por qué alguién querría ser culpado? No lo terminó de entender, pero todo en él era muy excentrico. Pensó durante unos segundos, hasta que oyó las siguientes palabras de Blame.
—Datsue, éste es un país libre. Al menos eso me dijeron... Si tienes algún negocio que proponerme, puedes hacerlo, soy todo oídos.—
— Sera mejor que me vaya, no quiero interrumpir vuestros negocios — dijo, en voz apacible. No tenía ganas de escuchar nada más proveniente de esos dos, ya le habían dejado claro que su compañía ahí sobraba — Hasta otra ocasión.
Tras despedirse, Juro se alejaría por uno de los caminos, evitando el puesto, los guardias y todo ello. Volvería a vagar por el lugar, hasta dar con Katsue. Quizás tardase horas, pero siempre acababa encontrandola...
—Eh, Juro, ¿verdad? —Las deudas hay que pagarlas cuanto antes, o sino se acumulan los intereses. Eso es algo que aprendí hace poco, por desgracia—. Creo que has tenido algo que ver con que siga aquí, de pie y de una pieza —le ofreció la mano para estrechársela—. Mi gratitud —
— Tranquilo, era lo correcto, podríamos haber sido nosotros — Juro le devolvió el apretón de manos, eso estaba mejor...
Una vez zanjado el asunto, el viajero perdió el interés en él y se centró en Blame, mientras este le dirigía unas palabras a Juro.
—Juro... ¿Podrías definirme que es ser malo para ti? Que actúe diferente a las normas que el resto acatan sin rechistar no es mas que ser un rebelde. No lucho por lo ideales shinobis, no tengo el honor de un samurai, y no soy un civil mas... Tu concepto de "malo" quizás está en otro lugar. Esas dos vidas arrebatadas, en mi conciencia son dos venganzas bien tratadas. ¿A cuántos habrán matado, tullido, secuestrado y torturado ellos? Creo que habiendo quitado esas dos vidas, la jefa de la banda dejará de lado el negocio. Si me he equivocado... es un riesgo que puedo asumir, pues tan solo he matado a dos asesinos.— Sus palabras eran duras, pero con una rotunda lógica. —Si quieres tratarme como el malo del cuento... puedes hacerlo. No tengo problema con ello, de hecho, mi apodo viene con ese significado. Blame significa "al que culpar".
— No voy a hacerlo, no soy quién para cuestionar los métodos de nadie ni para juzgarte— respondió, con un pequeño suspiro. Ya se había calmado.— Puede que tengas razón, puede que no, eso no lo decido yo.
Juro asimiló la información. Como ya había sospechado, Blame no era su verdadero nombre, era un apodo. ¿Por qué alguién querría ser culpado? No lo terminó de entender, pero todo en él era muy excentrico. Pensó durante unos segundos, hasta que oyó las siguientes palabras de Blame.
—Datsue, éste es un país libre. Al menos eso me dijeron... Si tienes algún negocio que proponerme, puedes hacerlo, soy todo oídos.—
— Sera mejor que me vaya, no quiero interrumpir vuestros negocios — dijo, en voz apacible. No tenía ganas de escuchar nada más proveniente de esos dos, ya le habían dejado claro que su compañía ahí sobraba — Hasta otra ocasión.
Tras despedirse, Juro se alejaría por uno de los caminos, evitando el puesto, los guardias y todo ello. Volvería a vagar por el lugar, hasta dar con Katsue. Quizás tardase horas, pero siempre acababa encontrandola...