9/01/2016, 18:35
Más allá de su extraña apariencia, no había nada en lo que Blame mostraba de si o decía que hasta el momento hubiese hecho que Kimura sospechase de él en alguna forma. Y siendo el joven alguien poco dado a llevarse por las apariencias, la ropa de Blame no suponía para el ningún problema. Así que cuando el otro muchacho contesto a su pregunta con un, — Vengo desde el país de la tierra, concrétamente desde Notsuba. —, el castaño se trago la mentira con papas y todo.
Cuando iba a abrir la boca para preguntar sobre que tal era la ciudad, curioso y todavía más de lo normal si era posible, ya que era una de sus paradas durante el viaje, se vio interrumpido por el peliblanco que volvió a hablar, preguntándole por… ¿Su bandana?
— Por cierto... ¿y esa banda metálica? Casi parece la de un shinobi. —
El joven no puedo evitar extrañarse un poco por la pregunta. Claro, el nunca había salido antes del País del Rio desde que había llegado cuando era nada más que un bebe, así que aunque conocía la historia de su aldea, daba por hecho que al menos los habitantes de un lugar tan cercano como el País de la Tierra la conocerían.
— Pues es mi bandana shinobi de Takigakure, claro está. Supuse que en un lugar tan cercano como Notsuba todos sabríais sobre la aldea, aunque recientemente se haya elevado como una gran aldea shinobi, como debe ser. Como siempre tuvo que ser. — Aunque oficialmente era poco lo que se sabía, los rumores eran una costumbre difícil de erradicar, y varios eran los que comentaban que era gracias a la destrucción de aquella aldea conocida como Kusagakure que habían alcanzado tal estatus.
Sin darle mucha más importancia, pues era un tema ya cotidiano para él, Kimura intento desviar el rumbo de la conversación hacia derroteros que podían saciar su curiosidad.
— Y dime, ¿Qué tal es la vida en Notsuba? ¿Tenéis alguna costumbre especial en el País de la Tierra, alguna celebración? Mi viaje me guía hacia tu ciudad natal, así que estoy interesado en todo lo que puedas contarme. —
Cuando iba a abrir la boca para preguntar sobre que tal era la ciudad, curioso y todavía más de lo normal si era posible, ya que era una de sus paradas durante el viaje, se vio interrumpido por el peliblanco que volvió a hablar, preguntándole por… ¿Su bandana?
— Por cierto... ¿y esa banda metálica? Casi parece la de un shinobi. —
El joven no puedo evitar extrañarse un poco por la pregunta. Claro, el nunca había salido antes del País del Rio desde que había llegado cuando era nada más que un bebe, así que aunque conocía la historia de su aldea, daba por hecho que al menos los habitantes de un lugar tan cercano como el País de la Tierra la conocerían.
— Pues es mi bandana shinobi de Takigakure, claro está. Supuse que en un lugar tan cercano como Notsuba todos sabríais sobre la aldea, aunque recientemente se haya elevado como una gran aldea shinobi, como debe ser. Como siempre tuvo que ser. — Aunque oficialmente era poco lo que se sabía, los rumores eran una costumbre difícil de erradicar, y varios eran los que comentaban que era gracias a la destrucción de aquella aldea conocida como Kusagakure que habían alcanzado tal estatus.
Sin darle mucha más importancia, pues era un tema ya cotidiano para él, Kimura intento desviar el rumbo de la conversación hacia derroteros que podían saciar su curiosidad.
— Y dime, ¿Qué tal es la vida en Notsuba? ¿Tenéis alguna costumbre especial en el País de la Tierra, alguna celebración? Mi viaje me guía hacia tu ciudad natal, así que estoy interesado en todo lo que puedas contarme. —