20/09/2020, 11:22
(Última modificación: 20/09/2020, 11:23 por Himura Ren.)
Tras no mucho de esperar, mientras estaba sentada de brazos cruzados debatiéndose sobre como proceder exactamente, las puertas que daban a la habitación del difunto se corrieron de inmediato, captando la atención de la kunoichi.
— ¡¡AAAH, NO!! ¡NO QUIERO QUEDARME ENCERRADA! — gritó levantándose para intentar evitar que se cerrara sin éxito ninguno. — ¡Mierda, maldita sea! ¿¡Alguien puede escucharmeeeeeeeeeeeeeeeee?
Renegaba golpeando las puertas de papel, que muy seguramente ahora parecerían de hormigón armado pese a mantener algo de flexibilidad abonándose, pero volviendo a su posición original sin mucho problema.
—¡Joder, NAOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! — gritaría nuevamente, mientras intentase abrir la puerta y pasando posteriormente a golpearla de nuevo.
— ¡¡AAAH, NO!! ¡NO QUIERO QUEDARME ENCERRADA! — gritó levantándose para intentar evitar que se cerrara sin éxito ninguno. — ¡Mierda, maldita sea! ¿¡Alguien puede escucharmeeeeeeeeeeeeeeeee?
Renegaba golpeando las puertas de papel, que muy seguramente ahora parecerían de hormigón armado pese a mantener algo de flexibilidad abonándose, pero volviendo a su posición original sin mucho problema.
—¡Joder, NAOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! — gritaría nuevamente, mientras intentase abrir la puerta y pasando posteriormente a golpearla de nuevo.