11/01/2016, 15:09
—Lo siento, lo siento— se disculpó la peliblanca mientras daba un par de pasos en dirección al pelirrojo —A veces las chicas deben hablar de cosas de chicas— bromeo mientras acortaba distancias, para que Ayame se relajase un poco al ver que no había peligro
Chasquee la lengua mientras me encogía de hombros. Hablar de cosas de chicas a base de susurros ante un chico. supongo que para una chica aquello tenía su lógica, por qué para mí no tenía ninguna.
—Me llamo Aotsuki Ayame, es un placer —se presentó, y en ese momento alzó la mano para ajustarse la bandana que llevaba anudada en torno a la frente—. Esto... Yota-san, ¿has dicho que eres un ninja-araña? ¿Cómo es eso posible? ¿Dónde están tus otros cuatro brazos? —preguntó inocentemente, incapaz de contenerse por más tiempo.
Al fin conocía su nombre. con las presentaciones "protocolarias" hechas ya todo lo demás iba a venir solo. Y lo cierto es que esperaba que mi entrada no triunfal no diese mucho de qué hablar, tener que dar explicaciones acabaría siendo de lo más embarazoso. Afortunadamente, la de Ame tenía interés en otros asuntos. Momento para sacar a relucir prácticamente inexistente sentido del humor. Bueno, no es que no lo tuviera, digamos que simplemente es un poco raro.
Mire mi torso, a lado y lado, con la sorpresa instalada en mi rostro y la boca entreabierta, alcé de nuevo la mirada hasta el cielo y me di un golpecito en la frente con la zurda.
-¡Oh dios mío! Lo siento, Ayame-san, soy demasiado despistado. ¡Creo que me los he vuelto a dejar en casa! Mira que siempre me lo dice mamá- aclaré la garganta para preparar un tono algo más grave -No te olvides los brazos, Yotita agregué mostrando una sonrisa amistosa y volviendo el rostro a su posición central.
-Pero nada, siempre me los acabó dejando. Espero que cuando realmente los necesite no me los dejé en casa. La verdad es que va muy bien tener 4 brazos extra- Me acerqué un poco y con un tono bajito, como intentando que no nos escuchase nadie más -Imagínate la de cosas que se pueden hacer con ellos-
Solté una pequeña carcajada ante aquel comentario. Estaba empezando a divertirme.
-Pero no hablemos de mí, por favor. ¿Qué hacéis aquí chicas? ¿En busca de trepidantes aventuras?-
Chasquee la lengua mientras me encogía de hombros. Hablar de cosas de chicas a base de susurros ante un chico. supongo que para una chica aquello tenía su lógica, por qué para mí no tenía ninguna.
—Me llamo Aotsuki Ayame, es un placer —se presentó, y en ese momento alzó la mano para ajustarse la bandana que llevaba anudada en torno a la frente—. Esto... Yota-san, ¿has dicho que eres un ninja-araña? ¿Cómo es eso posible? ¿Dónde están tus otros cuatro brazos? —preguntó inocentemente, incapaz de contenerse por más tiempo.
Al fin conocía su nombre. con las presentaciones "protocolarias" hechas ya todo lo demás iba a venir solo. Y lo cierto es que esperaba que mi entrada no triunfal no diese mucho de qué hablar, tener que dar explicaciones acabaría siendo de lo más embarazoso. Afortunadamente, la de Ame tenía interés en otros asuntos. Momento para sacar a relucir prácticamente inexistente sentido del humor. Bueno, no es que no lo tuviera, digamos que simplemente es un poco raro.
Mire mi torso, a lado y lado, con la sorpresa instalada en mi rostro y la boca entreabierta, alcé de nuevo la mirada hasta el cielo y me di un golpecito en la frente con la zurda.
-¡Oh dios mío! Lo siento, Ayame-san, soy demasiado despistado. ¡Creo que me los he vuelto a dejar en casa! Mira que siempre me lo dice mamá- aclaré la garganta para preparar un tono algo más grave -No te olvides los brazos, Yotita agregué mostrando una sonrisa amistosa y volviendo el rostro a su posición central.
-Pero nada, siempre me los acabó dejando. Espero que cuando realmente los necesite no me los dejé en casa. La verdad es que va muy bien tener 4 brazos extra- Me acerqué un poco y con un tono bajito, como intentando que no nos escuchase nadie más -Imagínate la de cosas que se pueden hacer con ellos-
Solté una pequeña carcajada ante aquel comentario. Estaba empezando a divertirme.
-Pero no hablemos de mí, por favor. ¿Qué hacéis aquí chicas? ¿En busca de trepidantes aventuras?-
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa