19/10/2020, 09:19
(Última modificación: 19/10/2020, 11:32 por Eikyuu Juro. Editado 2 veces en total.)
Juro observó, con cierto reparo, el espectáculo que estaban montando aquellos hermanos. Lejos de sentirse intimidados o molestos, estaban encantados: al fin y al cabo, tenían una nueva presa con la que jugar.
« Si ni si quiera les he dicho a quien estoy buscando » — protestó para sí, pero comprendió que aquellos dos no le iban a dar la oportunidad de hablar. Querían que jugar a su juego. Probablemente, el otro camino le llevaría a otra parte recóndita de la ciudad, o incluso lo alejaría de la zona buscada. Con sus sentidos de orientación, probablemente, no se daría cuenta hasta haber perdido mucho tiempo.
Se planteó el utilizar una cortina de humo para escapar, pero entonces, echaría a bajo su coartada, y encima, probablemente no encontraría el lugar por sí solo.
Suspiró. Tenía que jugar. No había otra salida.
Durante el siguiente rato, Juro se exprimió las neuronas en busca de algo. Necesitaba una pregunta para encontrar el camino. ¿Y si le preguntaba simplemente a uno si el camino que guardaba era el correcto? No, claro que no. No podría diferenciar cuál era el que mentía y cuál era el que decía la verdad. Tampoco podía preguntarle si mentía o no a uno de ellos, puesto que habría desperdiciado su pregunta y no habría otra. Entonces... ¿Cuál era la verdadera respuesta? ¿Y si le estaban mintiendo y en realidad era un truco? ¿Y si no había solución correcta y tan solo había que escoger un camino?
Juro se dejó caer sobre la mesa de invitados, mientras seguía pensando. Lo que más le enfurecía es que, probablemente, los hermanos lo estaban disfrutando: como cazadores, les encantaba ver a sus presas indefensas.
« Quizá simplemente podría preguntarle a Datsue » — reflexionó para sí. Pero descartó el pensamiento al instante. Él estaba ocupado, haciendo una prueba más importante, y probablemente solo le distraería. Además, cada vez se estaba convirtiendo más en un asunto personal. Nadie podría ayudarle, ni él ni su alumno. Tenía que sacarlo él solo.
Observó los rostros de aquellos dos. Rebosaban de picardía. ¿Cómo descubrir cuál era el que mentía?
¿Cómo?
¿Cómo?
....
Un momento...
¡Eso es! Juro abrió mucho los ojos y se levantó al instante de la mesa. Era como si la inspiración lo hubiera golpeado. ¡Ya lo tenía! Se dedicó unos segundos más a pensarlo antes de lanzarse, pero no había duda. Sonrió para sí. Realmente, no necesitaba averiguar cuál era el que mentía. Solo tenía que hacer la pregunta correcta.
Avanzó hasta uno de ellos, el del camino de la derecha.
— Aquí tengo mi pregunta — murmuró Juro, para luego soltarla de golpe —. Si le preguntara a tu hermano cuál es el camino correcto, ¿Qué camino diría?
« Si ni si quiera les he dicho a quien estoy buscando » — protestó para sí, pero comprendió que aquellos dos no le iban a dar la oportunidad de hablar. Querían que jugar a su juego. Probablemente, el otro camino le llevaría a otra parte recóndita de la ciudad, o incluso lo alejaría de la zona buscada. Con sus sentidos de orientación, probablemente, no se daría cuenta hasta haber perdido mucho tiempo.
Se planteó el utilizar una cortina de humo para escapar, pero entonces, echaría a bajo su coartada, y encima, probablemente no encontraría el lugar por sí solo.
Suspiró. Tenía que jugar. No había otra salida.
Durante el siguiente rato, Juro se exprimió las neuronas en busca de algo. Necesitaba una pregunta para encontrar el camino. ¿Y si le preguntaba simplemente a uno si el camino que guardaba era el correcto? No, claro que no. No podría diferenciar cuál era el que mentía y cuál era el que decía la verdad. Tampoco podía preguntarle si mentía o no a uno de ellos, puesto que habría desperdiciado su pregunta y no habría otra. Entonces... ¿Cuál era la verdadera respuesta? ¿Y si le estaban mintiendo y en realidad era un truco? ¿Y si no había solución correcta y tan solo había que escoger un camino?
Juro se dejó caer sobre la mesa de invitados, mientras seguía pensando. Lo que más le enfurecía es que, probablemente, los hermanos lo estaban disfrutando: como cazadores, les encantaba ver a sus presas indefensas.
« Quizá simplemente podría preguntarle a Datsue » — reflexionó para sí. Pero descartó el pensamiento al instante. Él estaba ocupado, haciendo una prueba más importante, y probablemente solo le distraería. Además, cada vez se estaba convirtiendo más en un asunto personal. Nadie podría ayudarle, ni él ni su alumno. Tenía que sacarlo él solo.
Observó los rostros de aquellos dos. Rebosaban de picardía. ¿Cómo descubrir cuál era el que mentía?
¿Cómo?
¿Cómo?
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Un momento...
¡Eso es! Juro abrió mucho los ojos y se levantó al instante de la mesa. Era como si la inspiración lo hubiera golpeado. ¡Ya lo tenía! Se dedicó unos segundos más a pensarlo antes de lanzarse, pero no había duda. Sonrió para sí. Realmente, no necesitaba averiguar cuál era el que mentía. Solo tenía que hacer la pregunta correcta.
Avanzó hasta uno de ellos, el del camino de la derecha.
— Aquí tengo mi pregunta — murmuró Juro, para luego soltarla de golpe —. Si le preguntara a tu hermano cuál es el camino correcto, ¿Qué camino diría?
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60