11/01/2016, 23:07
Datsue escuchó con atención las explicaciones de Blame, que tampoco estaba muy seguro de cuál era el precio habitual. Cuando escuchó la cifra, al Uchiha se le iluminaron los ojos, pero no dijo nada.
Mirase por donde se mirase, aquello era una ganga. En el peor de los casos, el albino apenas cobraría un poco más que un shinobi en una misión de rango D, llevando una carta o quitando las malas hierbas. Ni siquiera se acercaba a una de rango C, que presumiblemente, de tratarse de una misión, sería donde la catalogasen.
—¿Te parece bien?
Vaya si me parece bien. ¡Me parece de fábula! Sin embargo, se tomó su tiempo para meditarlo. Para hacer que lo meditaba, más bien. No quería darle la impresión a Blame de que le había dado la oferta del siglo.
—Pues… Bueno… —hizo un ademán, como quitándole importancia—. Bah, sí. Qué demonios, no voy a regatear contigo por 50 ryos más o 50 menos. Hay trato.
Entonces le ofreció la mano, esperando que se la estrechase y poder así sellar el acuerdo. Era una tontería, en realidad. Un acuerdo se podía romper con previo choque de manos o sin él, pero era por simple costumbre.
—¿Te hace falta algo más? —preguntó, al ver que se detenía a mirar unos pantalones. Estaba ansioso por proseguir su camino a Shinogi-to, esta vez con una compañía a la que esperaba poder sacarle el mayor provecho.
Mirase por donde se mirase, aquello era una ganga. En el peor de los casos, el albino apenas cobraría un poco más que un shinobi en una misión de rango D, llevando una carta o quitando las malas hierbas. Ni siquiera se acercaba a una de rango C, que presumiblemente, de tratarse de una misión, sería donde la catalogasen.
—¿Te parece bien?
Vaya si me parece bien. ¡Me parece de fábula! Sin embargo, se tomó su tiempo para meditarlo. Para hacer que lo meditaba, más bien. No quería darle la impresión a Blame de que le había dado la oferta del siglo.
—Pues… Bueno… —hizo un ademán, como quitándole importancia—. Bah, sí. Qué demonios, no voy a regatear contigo por 50 ryos más o 50 menos. Hay trato.
Entonces le ofreció la mano, esperando que se la estrechase y poder así sellar el acuerdo. Era una tontería, en realidad. Un acuerdo se podía romper con previo choque de manos o sin él, pero era por simple costumbre.
—¿Te hace falta algo más? —preguntó, al ver que se detenía a mirar unos pantalones. Estaba ansioso por proseguir su camino a Shinogi-to, esta vez con una compañía a la que esperaba poder sacarle el mayor provecho.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado