2/11/2020, 16:29
Todo el mundo, incluyendo al mismo Yasahiro y Ryo empezaron a rebuscar por todo el lugar por las vasijas. Encontraron una cada uno relativamente rápido.
Ren encontró una preciosa vasija con el número cuatro dibujado en rojo en la tapa, que estaba decorada con un majestuoso y amenazador dragón chino que se enrollaba en esta, dando la apariencia de que si dicho dragón llegase a apretar un poco más la vasija acabaría explotando en mil pedazos.
Pero por su puesto, solo era un dibujo y eso no podía pasar.
Takumi, por su parte, encontró una vasija con el número tres dibujado en azul en la tapa, que estaba decorada con un conejo en una pradera que parecía estar huyendo asustado de algo que no podía verse en la imagen, aunque por la sombra que había sobre el conejo debía tratarse de algo grande.
Sin importar qué tan grande fuese el otro animal, de alguna manera el kazejin podía estar seguro de que el conejo era lo suficientemente rápido para huir.
— Así es. —Respondió Kabin a Ren mientras se agachaba a recoger una vasija con un perro que parecía aullar a algo a su derecha.
— ¡Encontré una! —Exclamó Ryo, alzando una vasija con un perro que parecía aullar a algo a su izquierda.
» Todas tienen una pareja, exceptuando la número cinco, que es solo una, y las número uno. —Le quitó la tapa a su vasija, mostrando en esta el número uno dibujado en negro—. Que son tres
Ren encontró una preciosa vasija con el número cuatro dibujado en rojo en la tapa, que estaba decorada con un majestuoso y amenazador dragón chino que se enrollaba en esta, dando la apariencia de que si dicho dragón llegase a apretar un poco más la vasija acabaría explotando en mil pedazos.
Pero por su puesto, solo era un dibujo y eso no podía pasar.
Takumi, por su parte, encontró una vasija con el número tres dibujado en azul en la tapa, que estaba decorada con un conejo en una pradera que parecía estar huyendo asustado de algo que no podía verse en la imagen, aunque por la sombra que había sobre el conejo debía tratarse de algo grande.
Sin importar qué tan grande fuese el otro animal, de alguna manera el kazejin podía estar seguro de que el conejo era lo suficientemente rápido para huir.
— Así es. —Respondió Kabin a Ren mientras se agachaba a recoger una vasija con un perro que parecía aullar a algo a su derecha.
— ¡Encontré una! —Exclamó Ryo, alzando una vasija con un perro que parecía aullar a algo a su izquierda.
» Todas tienen una pareja, exceptuando la número cinco, que es solo una, y las número uno. —Le quitó la tapa a su vasija, mostrando en esta el número uno dibujado en negro—. Que son tres
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.