(S) Espiral de problemas

[Uchiha Datsue]

Datsue asintió con la cabeza y sacó unas esposas del portaobjetos, lanzándolas con suavidad hacia Eri para que las cogiese al vuelo.

—Ahí las llevas —dijo, todavía pensando que su fūinjutsu era un método más incapacitante y seguro, además de indoloro. Pero si había que suavizar la defensa, se suavizaba. O, al menos, lo intentaría en la medida de lo posible.

«Lo tenías todo pensado al milímetro», pensó, cuando vio a Hanabi lanzar un disco en llamas al cielo. Si algo admiraba del Uzukage, desde luego, era eso: casi nunca se dejaba llevar por la improvisación. Pensaba bien las cosas, preparaba el terreno, planificaba. Siempre poniendo la diplomacia primero y la contundencia de no quedar más remedio después.

Datsue suspiró. Shiona, allá arriba, podía estar tranquila. Uzu estaba en buenas manos.

—Cuidado con la ventana, Hanabi. Puede ser un blanco fácil desde ahí —dijo, oreocupado, acercándose a ella para lanzar un rápido vistazo con su Sharingan a los alrededores. Cualquier ninja que viniese a atacarles podía hacerlo de frente y por la entrada, sí, pero también rodeándoles por la espalda haciendo uso de la escalada vertical por el exterior del palacio.