28/02/2021, 19:59
Lo cierto es que podían haber variado algo más el vestuario, porque Datsue iba también de negro. No obstante, como enterrador que era su personaje, no había otro color posible que lo representase. Así pues, Uchiha Datsue se presentó con una gabardina negra sobre una camisa de tirantes negras. Un pantalón negro, unas botas negras, un sombrero negro, y unos guantes blancos que daban contraste.
El bullicio era palpable en el estadio. Muchísima gente se había reunido en las gradas, esperando ver un espectáculo poco parecido al torneo del Valle de los Dojos. La muchedumbre coreaba nombres, aplaudía, chillaba, y por lo general era un ambiente de fiesta.
Fue Natsu quien le presentó, micrófono en mano en el centro del ring.
—¡Hoy tengo el honor de presentaros a un nuevo luchador, venido de las profundidades del Yomi! ¡Trabajador incansable de Izanami, nunca ha faltado a una entrega! ¡Os presento… al ENTERRADOR!
El sonido de una campanada —la que se suele oír proveniente de los templos cuando hay un entierro o una marcha fúnebre— resonó en todo el estadio. Las luces se apagaron, el humo blanco empezó salir de la tierra. Una música fantasmagórica empezó a sonar por todos los altavoces, acompañada nuevamente de esas campanadas fúnebres. Y, entre el humo, un hombre. Avanzaba a paso lento, con la cara oculta bajo su sombrero. Subió las escaleras del ring, apartó las cuerdas, se subió y entró.
Sonó la última campanada, y Uchiha Datsue quedó en el centro, con los brazos abiertos, como en un trance, en un rezo a un Dios prohibido.
El bullicio era palpable en el estadio. Muchísima gente se había reunido en las gradas, esperando ver un espectáculo poco parecido al torneo del Valle de los Dojos. La muchedumbre coreaba nombres, aplaudía, chillaba, y por lo general era un ambiente de fiesta.
Fue Natsu quien le presentó, micrófono en mano en el centro del ring.
—¡Hoy tengo el honor de presentaros a un nuevo luchador, venido de las profundidades del Yomi! ¡Trabajador incansable de Izanami, nunca ha faltado a una entrega! ¡Os presento… al ENTERRADOR!
¡Taannnn!
El sonido de una campanada —la que se suele oír proveniente de los templos cuando hay un entierro o una marcha fúnebre— resonó en todo el estadio. Las luces se apagaron, el humo blanco empezó salir de la tierra. Una música fantasmagórica empezó a sonar por todos los altavoces, acompañada nuevamente de esas campanadas fúnebres. Y, entre el humo, un hombre. Avanzaba a paso lento, con la cara oculta bajo su sombrero. Subió las escaleras del ring, apartó las cuerdas, se subió y entró.
Sonó la última campanada, y Uchiha Datsue quedó en el centro, con los brazos abiertos, como en un trance, en un rezo a un Dios prohibido.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado