16/01/2016, 00:10
La pelea por el título de poseedor y dueño legitimo de la verdad parecía hacerse más intensa con el paso del tiempo. Todavía no se había realizado ningún movimiento hostil pero parecía que la situación estaba en un punto de quiebre. Karamaru contradiciendo, tal vez de manera un poco brusca, y Blame provocando a más no poder. Aunque de hecho, el argumento del peliblanco parecía real y verdadero, no había manera de demostrar lo contrario. ¿Cómo saber si una aldea había sido la causante de toda esa destrucción? Pero el calvo no era el único sin pruebas.
No tengo maneras de refutar tus palabras- le dijo un poco más sereno- Pero no tienes manera de comprobar las tuyas. La aldea a la que yo pertenezco nunca haría algo así, si es que te refieres a Amegakure. ¿O acaso dices que Uzushio destrozo Kusa? Como sea, no me gusta tu forma de hablar, podrías dejar el secretismo a un lado. No me interesan las personalidades de tus compañeros, ni la tuya, se que son bestias y que en el pasado mataron gente.
¿No quieres confiar en los shinobis? Bien, pero no acuses a mi aldea sin pruebas.
El único ruido que se escuchaba era el de las gotas contra el suelo cuando el calvo se dio cuenta que la situación se estaba volviendo bastante turbia. Si seguían por este camino los golpes no tardarían en llegar. El pelado perdiendo poco a poco la calma, parecía que Blame buscaba el combate a propósito.
¿Y para qué quedarse cortos? Con una sonrisa prácticamente invisible para Karamaru, el albino dejo en el aire su amenaza. Al monje no se lo ocurrió otra manera que responderle con la misma moneda.
¿Sabes una cosa? Tú tampoco me agradas. Pero no me desvíes el tema, ¿Dónde están tus pruebas?
Karamaru seguía sin darse cuenta que su interrogación sobre el nueve colas se le había olvidado y lo habían llevado de la correa los últimos minutos, pero con algo tan grave como acusar a su lugar de origen iba a ser más atento y persistente.
Habla cuando quieres, tengo tiempo- le dijo rápidamente.
No tengo maneras de refutar tus palabras- le dijo un poco más sereno- Pero no tienes manera de comprobar las tuyas. La aldea a la que yo pertenezco nunca haría algo así, si es que te refieres a Amegakure. ¿O acaso dices que Uzushio destrozo Kusa? Como sea, no me gusta tu forma de hablar, podrías dejar el secretismo a un lado. No me interesan las personalidades de tus compañeros, ni la tuya, se que son bestias y que en el pasado mataron gente.
¿No quieres confiar en los shinobis? Bien, pero no acuses a mi aldea sin pruebas.
El único ruido que se escuchaba era el de las gotas contra el suelo cuando el calvo se dio cuenta que la situación se estaba volviendo bastante turbia. Si seguían por este camino los golpes no tardarían en llegar. El pelado perdiendo poco a poco la calma, parecía que Blame buscaba el combate a propósito.
¿Y para qué quedarse cortos? Con una sonrisa prácticamente invisible para Karamaru, el albino dejo en el aire su amenaza. Al monje no se lo ocurrió otra manera que responderle con la misma moneda.
¿Sabes una cosa? Tú tampoco me agradas. Pero no me desvíes el tema, ¿Dónde están tus pruebas?
Karamaru seguía sin darse cuenta que su interrogación sobre el nueve colas se le había olvidado y lo habían llevado de la correa los últimos minutos, pero con algo tan grave como acusar a su lugar de origen iba a ser más atento y persistente.
Habla cuando quieres, tengo tiempo- le dijo rápidamente.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘