14/03/2021, 02:27
El Sarutobi estaba esperando paciente por su brocheta, mirando con curiosidad el resto de platos de la carta, y pensando en cual sería el siguiente que probaría si se quedaba con ganas cuando, de la nada, una voz le sorprendió.
Al darse la vuelta pudo distinguir un muchacho mayor que él, en todos los sentidos, edad, complexión física y edad, de pelo castaño que, a juzgar por sus palabras, era también shinobi, igual que él.
—Pues la verdad, nada relacionado con la vida shinobi, más bien... es un viaje de negocios. — Contestó el pelinegro a la pregunta de su interlocutor. —Intuyo que tú eres de por aquí, ¿no? Me llamo Saori, por cierto, un placer. — Dijo el de la Espiral, presentándose.
Al darse la vuelta pudo distinguir un muchacho mayor que él, en todos los sentidos, edad, complexión física y edad, de pelo castaño que, a juzgar por sus palabras, era también shinobi, igual que él.
—Pues la verdad, nada relacionado con la vida shinobi, más bien... es un viaje de negocios. — Contestó el pelinegro a la pregunta de su interlocutor. —Intuyo que tú eres de por aquí, ¿no? Me llamo Saori, por cierto, un placer. — Dijo el de la Espiral, presentándose.