14/03/2021, 19:16
Saori comenzó a alzar la mirada, dirigiéndola al anciano, mientras éste hablaba, arqueando ligeramente su ceja derecha, al darse cuenta de que en ningún momento había dicho Kimedo o Kimeho, por lo que no le había corregido, aunque al menos ya sabía que la solicitante de su misión trabajaba allí.
—¡Muchas gracias por su ayuda!
Entonces se irguió y comenzó a caminar para adentrarse en el local, mirando de reojo al anciano, que, de pronto, comenzó a caerse, de la nada.
El joven Sarutobi, trató de reaccionar lo más rápido posible y de un salto se puso a su altura, sujetándole firmemente desde el costado, para evitar que el hombre terminara en el suelo, lo cual, a su edad, podría ser algo más grave de lo que aparentaba.
—¿Está usted bien?
—¡Muchas gracias por su ayuda!
Entonces se irguió y comenzó a caminar para adentrarse en el local, mirando de reojo al anciano, que, de pronto, comenzó a caerse, de la nada.
El joven Sarutobi, trató de reaccionar lo más rápido posible y de un salto se puso a su altura, sujetándole firmemente desde el costado, para evitar que el hombre terminara en el suelo, lo cual, a su edad, podría ser algo más grave de lo que aparentaba.
—¿Está usted bien?