21/03/2021, 15:09
Ambos genin salieron de prisa en busca del grito de ayuda, después de adentrarse al bosque pudieron localizar de dónde provenían los gritos y los sonidos de combate, Yoishi sacó su Kunai y su compañero hizo lo mismo saltando a la acción. Ambos notaron que la mujer que pedía ayuda estaba herida, una posible apuñalada en su estómago, la mujer estaba cerca de un auto pero si no se había ido antes era por dos posibles razones.
La primera podría ser que ella no supiera manejar y la segunda podía ser que el auto estaba averiado y no podía huir. Aún así la mujer parecía tener un guarda espaldas gigante que luchaba contra tres maleantes más pequeños pero más astutos.
Yoishi no sabía que había pasado pero con las heridas de ambos civiles era obvio que no podían quedarse más tiempo en la oscuridad del bosque.
Si no fuera porque la mujer había revelado la localización de ambos ninjas, Yoishi hubiera planeado una emboscada pero ya eso no se podía hacer, sólo podían atacar de frente. El muchacho lanzó su Kunai contra los tres hombre, si los tres esquivaban el proyectil ayudaría al gigante a tener un respiro y si al menos uno recibía el ataque, pues, sería un dolor que aquel hombre debía manejar.
Ustedes tres, largo, somos shinobi y tenemos el poder de matarlos, así que no hagan las cosas más difíciles-advirtió el muchacho mientras sacaba un nuevo Kunai, la batalla era más que obvia pero si podía alejarlos de los heridos también lo consideraría como victoria.
La primera podría ser que ella no supiera manejar y la segunda podía ser que el auto estaba averiado y no podía huir. Aún así la mujer parecía tener un guarda espaldas gigante que luchaba contra tres maleantes más pequeños pero más astutos.
Yoishi no sabía que había pasado pero con las heridas de ambos civiles era obvio que no podían quedarse más tiempo en la oscuridad del bosque.
Si no fuera porque la mujer había revelado la localización de ambos ninjas, Yoishi hubiera planeado una emboscada pero ya eso no se podía hacer, sólo podían atacar de frente. El muchacho lanzó su Kunai contra los tres hombre, si los tres esquivaban el proyectil ayudaría al gigante a tener un respiro y si al menos uno recibía el ataque, pues, sería un dolor que aquel hombre debía manejar.
Ustedes tres, largo, somos shinobi y tenemos el poder de matarlos, así que no hagan las cosas más difíciles-advirtió el muchacho mientras sacaba un nuevo Kunai, la batalla era más que obvia pero si podía alejarlos de los heridos también lo consideraría como victoria.
