26/03/2021, 12:59
A pesar de que Saori no parecía conforme con el trato que le había dado la señora, volvió a comenzar de buenas maneras presentándose y diciendo el porqué de su visita. Ella, sin embargo, no relajó el ceño del todo, pero sí que calmó su voz.
—Ah, sí, la misión que mi hija colgó bajo mi nombre. ¡Totalmente innecesario! —gruñó, claramente en desacuerdo con lo ocurrido—. Pero ya que estás aquí, veremos qué puedes hacer.
La mujer se acercó rápidamente a Saori y sin previo aviso, levantó sus dos brazos y comenzó a tocar.
—¿Cuánto entrenas de normal, chico?
Viéndola de cerca, parecía que sus ojos acuosos comenzaban a secarse lentamente. ¿Habría llorado con anterioridad?
—Ah, sí, la misión que mi hija colgó bajo mi nombre. ¡Totalmente innecesario! —gruñó, claramente en desacuerdo con lo ocurrido—. Pero ya que estás aquí, veremos qué puedes hacer.
La mujer se acercó rápidamente a Saori y sin previo aviso, levantó sus dos brazos y comenzó a tocar.
—¿Cuánto entrenas de normal, chico?
Viéndola de cerca, parecía que sus ojos acuosos comenzaban a secarse lentamente. ¿Habría llorado con anterioridad?