30/03/2021, 20:49
Saori escuchaba lo que su acompañante tenía que decir con total atención y, efectivamente, no tenía sentido que les hubieran atacado en ese momento, en le que apenas tenían mercancía que robar y lo poco que quedaba no era de mucho valor, juzgando que habían decidido dejar el carro en el lugar del ataque, desprotegido.
—Lo cierto... — Home se rascó el mentón, pensativo. —Lo cierto es que parecía que iban tras Sora, pues lo primero que hicieron fue atacarla a ella cuando nos pillaron por sorpresa... — Su rostro se ensombreció repentinamente.
En aquel preciso instante volvió Yoishi, con un buen puñado de brochetas que, sin duda, ayudarían a llenar sus estómagos, sobre todo el de Home, aunque era cierto que a Saori le rugía el estómago, pues había dejado su cena a medias por culpa de todo aquel incidente.
—¡Muchas gracias, Yoishi! — Exclamó, haciéndose con un par de brochetas.
Por su parte, Home aceptó la comida de buen grado, con un asentimiento de cabeza en señal de agradecimiento y, en cuanto tuvo una brocheta en la mano, lanzó un primer bocado, con ansia.
—¿Sabéis? Creo... Creo iban a por nosotros. — Dijo aún con la boca llena, hizo una pausa para tragar y siguió. —En uno de los últimos pueblos que visitamos tuvimos un encontronazo con un hombre de dinero, que quería comprarnos algo de nuestra mercancía a un precio mucho más bajo de su valor, y claro, le dijimos que no. — Dio un nuevo bocado. —¿Qué íbamos a hacer? El hombre se fue después de una fuerte discusión y alguna que otra amenaza, pero claro, no nos las tomamos en serio... pero ahora...
—Lo cierto... — Home se rascó el mentón, pensativo. —Lo cierto es que parecía que iban tras Sora, pues lo primero que hicieron fue atacarla a ella cuando nos pillaron por sorpresa... — Su rostro se ensombreció repentinamente.
En aquel preciso instante volvió Yoishi, con un buen puñado de brochetas que, sin duda, ayudarían a llenar sus estómagos, sobre todo el de Home, aunque era cierto que a Saori le rugía el estómago, pues había dejado su cena a medias por culpa de todo aquel incidente.
—¡Muchas gracias, Yoishi! — Exclamó, haciéndose con un par de brochetas.
Por su parte, Home aceptó la comida de buen grado, con un asentimiento de cabeza en señal de agradecimiento y, en cuanto tuvo una brocheta en la mano, lanzó un primer bocado, con ansia.
—¿Sabéis? Creo... Creo iban a por nosotros. — Dijo aún con la boca llena, hizo una pausa para tragar y siguió. —En uno de los últimos pueblos que visitamos tuvimos un encontronazo con un hombre de dinero, que quería comprarnos algo de nuestra mercancía a un precio mucho más bajo de su valor, y claro, le dijimos que no. — Dio un nuevo bocado. —¿Qué íbamos a hacer? El hombre se fue después de una fuerte discusión y alguna que otra amenaza, pero claro, no nos las tomamos en serio... pero ahora...
Hablo / Narro / «Pienso»