17/01/2016, 19:38
Ayame parecía verdaderamente interesada en conocer lo que se podía hacer con seis brazos, de hecho no parecía ni siquiera haberse percatado que el pelirrojo le estaba tomando el pelo. Mitsuki le dedicó una mirada un tanto severa a su compañero mientras este respondía, el chico seguía con el juego.
A la peliblanca no le gustaba nada que tratasen de aquella manera a otra persona, al fin y al cabo se estaba aprovechando de la inocencia de la kunoichi de Amegakure para divertirse un rato a su costa. Sin embargo, decidió dejarlo pasar por el momento pues la afectada ni siquiera se había percatado de lo sucedido.
Mitsuki dejó escapar un suspiro de resginación mientras el chico de ojos rojos terminaba de hablar.
Cuando ya parecia haber acabado de relatar la supuesta utilidad de sus brazos olvidados, el chico sacó una especie de bolsita desde la cual sacó un caramelo con palo que rápidamente se llevó a la boca para después proseguir con una última puntualización.
Yota cayó en la cuenta de que no había ofrecido de sus dulces viandas a las allí presentes, así que tras reconocer su culpa decidió corregir su error ofreciendolós en esta ocasión
—La verdad es que sí— Mitsuki se apróximo para poder hundir la mano en la pequita y retirar un los caramelos —Te lo agradezco— dijo mientras extraía uno de color rojo que debía resultar ser de fresa. La joven lo sostuvo con ambas manos, una sobre el caramelo y otra sobre el palo, con un gesto separó ambas partes e introdujo la parte roja en su boca
—Mmmmh— dijo la joven al comprobar que era de un sabor de fresa bastante intenso —¡Qué bueno!— celebró con alegría
—Por cierto— la joven acababa de recordar que no le había respondido a su pregunta —¿Qué hacías en ese árbol?—
A la peliblanca no le gustaba nada que tratasen de aquella manera a otra persona, al fin y al cabo se estaba aprovechando de la inocencia de la kunoichi de Amegakure para divertirse un rato a su costa. Sin embargo, decidió dejarlo pasar por el momento pues la afectada ni siquiera se había percatado de lo sucedido.
Mitsuki dejó escapar un suspiro de resginación mientras el chico de ojos rojos terminaba de hablar.
Cuando ya parecia haber acabado de relatar la supuesta utilidad de sus brazos olvidados, el chico sacó una especie de bolsita desde la cual sacó un caramelo con palo que rápidamente se llevó a la boca para después proseguir con una última puntualización.
Yota cayó en la cuenta de que no había ofrecido de sus dulces viandas a las allí presentes, así que tras reconocer su culpa decidió corregir su error ofreciendolós en esta ocasión
—La verdad es que sí— Mitsuki se apróximo para poder hundir la mano en la pequita y retirar un los caramelos —Te lo agradezco— dijo mientras extraía uno de color rojo que debía resultar ser de fresa. La joven lo sostuvo con ambas manos, una sobre el caramelo y otra sobre el palo, con un gesto separó ambas partes e introdujo la parte roja en su boca
—Mmmmh— dijo la joven al comprobar que era de un sabor de fresa bastante intenso —¡Qué bueno!— celebró con alegría
—Por cierto— la joven acababa de recordar que no le había respondido a su pregunta —¿Qué hacías en ese árbol?—