9/07/2021, 14:59
(Última modificación: 10/07/2021, 00:28 por Tsukiyama Daigo. Editado 2 veces en total.)
Quién lo hubiera dicho. Todo este tiempo Toshio había pensado que conocía bien a los enemigos de Kusagakure y que el peligro estaba fuera de la aldea.
Hace poco la Guerrilla le demostró lo contrario.
Todo sucedió de repente, con muchos cambios de un día a otro. La Guerrilla reventó el estadio de bambú y se hizo con la aldea entera y antes de que se diera cuenta sus compatriotas, sus verdaderos compatriotas, la tomaron de vuelta.
¿Que qué estuvo haciendo él todo ese tiempo? Mirar por los suyos, poco más podía hacer aparte de permitir que la familia de Tamao se escondiese en su casa. Por suerte Yuki ni siquiera estaba en la aldea.
Ahora que todo estaba bien, solo quedaba limpiar el destrozo que habían dejado atrás los traidores. Por eso hoy se había dirigido al Edificio de la Morikage para ver dónde se le necesitaba.
Una vez dentro, el joven tomó la primera misión que le ofreció quienquiera que estuviese encargado y salió para ponerse manos a la obra, no había tiempo que perder.
Ya fuera del edificio, mientras andaba, Toshio leyó el pergamino de la misión.
Hace poco la Guerrilla le demostró lo contrario.
Todo sucedió de repente, con muchos cambios de un día a otro. La Guerrilla reventó el estadio de bambú y se hizo con la aldea entera y antes de que se diera cuenta sus compatriotas, sus verdaderos compatriotas, la tomaron de vuelta.
¿Que qué estuvo haciendo él todo ese tiempo? Mirar por los suyos, poco más podía hacer aparte de permitir que la familia de Tamao se escondiese en su casa. Por suerte Yuki ni siquiera estaba en la aldea.
Ahora que todo estaba bien, solo quedaba limpiar el destrozo que habían dejado atrás los traidores. Por eso hoy se había dirigido al Edificio de la Morikage para ver dónde se le necesitaba.
Una vez dentro, el joven tomó la primera misión que le ofreció quienquiera que estuviese encargado y salió para ponerse manos a la obra, no había tiempo que perder.
Ya fuera del edificio, mientras andaba, Toshio leyó el pergamino de la misión.