9/07/2021, 16:13
Toshio guardó el pergamino con confianza y empezó a caminar en la dirección correcta.
Tardaría bastante en llegar. No porque el lugar estuviese especialmente lejos sino porque la villa era un hervidero de gente en necesidad de ayuda, de un héroe que les echase una mano. O podía ignorar toda esa ayuda no remunerada e ir directo a su objetivo.
Una anciana llevaba una cesta con manzanas hablando para sí sobre lo feliz que iba a hacer a su nieto con esas manzanas recién lavadas. Justo cuando se iba a cruzar con Toshio, un gato que cojeaba intentó cruzar la calle con rapidez, huyendo de algo.
El gatito tropezó con Toshio y cayó delante de la anciana, que ya no tenía demasiados reflejos por su edad. La anciana se tropezó con el gato, que soltó un maullido desgarrador, y cayó al suelo tirando la cesta por los aires.
Ahora, la cesta giraba por encima de sus cabezas, soltando una a una las manzanas y dejándolas en las manos de la gravedad.
Tardaría bastante en llegar. No porque el lugar estuviese especialmente lejos sino porque la villa era un hervidero de gente en necesidad de ayuda, de un héroe que les echase una mano. O podía ignorar toda esa ayuda no remunerada e ir directo a su objetivo.
Una anciana llevaba una cesta con manzanas hablando para sí sobre lo feliz que iba a hacer a su nieto con esas manzanas recién lavadas. Justo cuando se iba a cruzar con Toshio, un gato que cojeaba intentó cruzar la calle con rapidez, huyendo de algo.
El gatito tropezó con Toshio y cayó delante de la anciana, que ya no tenía demasiados reflejos por su edad. La anciana se tropezó con el gato, que soltó un maullido desgarrador, y cayó al suelo tirando la cesta por los aires.
Ahora, la cesta giraba por encima de sus cabezas, soltando una a una las manzanas y dejándolas en las manos de la gravedad.