18/07/2021, 00:00
El monstruo se les quedó mirando durante un instante, con sus ojos rojos sedientos de sangre clavados en los ninjas. Sus patas delanteras se relajaron, dejando caer el trozo de carne y se lanzó a por ellos.
Antes de que la carne tocase el suelo, el engendro había llegado a ellos, concretamente a Toshio. Se había acercado a toda velocidad con una trayectoria errática hasta entrar en rango de saltar directo a por el pelirrojo, como si oliese el miedo en él.
Si el pelirrojo o el castaño interponían sus armas, eso no detendría a la bestia, que placaría sin piedad a Toshio, tirandolo al suelo y poniendose encima. El placaje no solo había hecho el daño del propio impacto, sino que varias de las agujas que tenía el animal clavados por todo el cuerpo también se clavaron en Toshio.
Ahora unidos por esas puas, el gebijuu asomó los dientes, dispuesto a darle un buen mordisco al pelirrojo si nada le detenia.
Antes de que la carne tocase el suelo, el engendro había llegado a ellos, concretamente a Toshio. Se había acercado a toda velocidad con una trayectoria errática hasta entrar en rango de saltar directo a por el pelirrojo, como si oliese el miedo en él.
Si el pelirrojo o el castaño interponían sus armas, eso no detendría a la bestia, que placaría sin piedad a Toshio, tirandolo al suelo y poniendose encima. El placaje no solo había hecho el daño del propio impacto, sino que varias de las agujas que tenía el animal clavados por todo el cuerpo también se clavaron en Toshio.
Ahora unidos por esas puas, el gebijuu asomó los dientes, dispuesto a darle un buen mordisco al pelirrojo si nada le detenia.