18/07/2021, 05:09
La adrenalina que sentía Jun en ese momento bajó de golpe cuando la pelirroja se mostró más tranquila y pidió reiteradas veces disculpas. Al igual que ella, no tuvo de otra que bajar un poco los humos, por lo menos intentaría no seguir tan errática cuando la otra había pedido perdón tantas veces.
—Tranquila, ya pasó... Supongo que yo también debería pedir disculpas por gritarte, no me pude contener. — suspiró profundo.
Miró por un segundo la bola de arroz, que ya no tenía tanta forma de bola, que estaba en el suelo y luego vio el ultimo pedazo del que estaba terminando de comer. Se metió lo que quedaba de su onigiri en la boca, degustándolo muy lentamente, con un leve sentimiento de tristeza al saber que era lo último.
En el mientras tanto, en su mente quedó rebotando lo que le había dicho la kusajin ¿No le gustaba chocar con la gente? Claro, a nadie le agradaba mucho chocar con la gente constantemente. Pero eso parecía estar a otro nivel de disgusto. Eligió el lugar donde más posibilidades había de que le pase eso.
La chocadora serial se terminó acercando a los bancos, inclinándose hacia la Nara y presentándose educadamente. Sinceramente, ya con las disculpas le bastaba y sobraba, pero entendía el intento de Meme por mostrarse amable y educada.
—Seguro, en un futuro, esto será una anécdota graciosa más que una desgracia. — sonrió falsamente, porque era cierto lo que decía, pero en ese mismo instante aún estaba pensando como era tan desafortunada. —El mío es Nara Jun. Un gusto, mujer chocadora. — soltó en tono de broma, esperando que esta lo entienda. —Vaya ciudad en la que llegaste a parar para que te moleste tanto que te choquen, eh ¿Has venido sola Meme?
—Tranquila, ya pasó... Supongo que yo también debería pedir disculpas por gritarte, no me pude contener. — suspiró profundo.
Miró por un segundo la bola de arroz, que ya no tenía tanta forma de bola, que estaba en el suelo y luego vio el ultimo pedazo del que estaba terminando de comer. Se metió lo que quedaba de su onigiri en la boca, degustándolo muy lentamente, con un leve sentimiento de tristeza al saber que era lo último.
En el mientras tanto, en su mente quedó rebotando lo que le había dicho la kusajin ¿No le gustaba chocar con la gente? Claro, a nadie le agradaba mucho chocar con la gente constantemente. Pero eso parecía estar a otro nivel de disgusto. Eligió el lugar donde más posibilidades había de que le pase eso.
La chocadora serial se terminó acercando a los bancos, inclinándose hacia la Nara y presentándose educadamente. Sinceramente, ya con las disculpas le bastaba y sobraba, pero entendía el intento de Meme por mostrarse amable y educada.
—Seguro, en un futuro, esto será una anécdota graciosa más que una desgracia. — sonrió falsamente, porque era cierto lo que decía, pero en ese mismo instante aún estaba pensando como era tan desafortunada. —El mío es Nara Jun. Un gusto, mujer chocadora. — soltó en tono de broma, esperando que esta lo entienda. —Vaya ciudad en la que llegaste a parar para que te moleste tanto que te choquen, eh ¿Has venido sola Meme?