30/07/2021, 01:05
—¿Ves esta hoja? ¿Ves sus surcos? Incluso en el dorso. He tenido que ganarme cada una de sus imperfecciones. Miralos bien, cada surco, cada cicatriz es una vida que me he llevado y...
El chico ladeó la cabeza. ¿De verdad un chico como él tenía tantas víctimas a sus espaldas? Si no parecía mucho mayor que él...
—¡Ah, hijo de puta! —Un flashazo de luz lo cegó momentáneamente, forzándolo a cerrar los ojos.
Para cuando los volvió a abrir, la kodachi de su agresor ya estaba tan peligrosamente cerca de su mano que no le dio tiempo de realizar ninguna defensa más elaborada que bajar la mano y permitir que su arma desviase ligeramente la del Hozuki hacia un lado. Lo que no se pudo venir, eso sí, fue la patada que ocultaba su ofensiva.
Momentáneamente, Toshio fue desestabilizado, pero eso no le impidió soltar la vaina que tenía agarrada para intentar propinarle un gancho a las costillas al chico.
Sabía que, en caso de impactar, su puño atravesaría el cuerpo del chico sin hacerle demasiado daño, pero ese era el plan. Aprovechando que no sería detenido por el impacto, Toshio siguió de largo en la dirección del puñetazo, saltando a la cima de uno de los enormes hongos para evitar el contraataque que probablemente se le venía encima.
El chico ladeó la cabeza. ¿De verdad un chico como él tenía tantas víctimas a sus espaldas? Si no parecía mucho mayor que él...
—¡Ah, hijo de puta! —Un flashazo de luz lo cegó momentáneamente, forzándolo a cerrar los ojos.
Para cuando los volvió a abrir, la kodachi de su agresor ya estaba tan peligrosamente cerca de su mano que no le dio tiempo de realizar ninguna defensa más elaborada que bajar la mano y permitir que su arma desviase ligeramente la del Hozuki hacia un lado. Lo que no se pudo venir, eso sí, fue la patada que ocultaba su ofensiva.
Momentáneamente, Toshio fue desestabilizado, pero eso no le impidió soltar la vaina que tenía agarrada para intentar propinarle un gancho a las costillas al chico.
Sabía que, en caso de impactar, su puño atravesaría el cuerpo del chico sin hacerle demasiado daño, pero ese era el plan. Aprovechando que no sería detenido por el impacto, Toshio siguió de largo en la dirección del puñetazo, saltando a la cima de uno de los enormes hongos para evitar el contraataque que probablemente se le venía encima.