1/08/2021, 17:57
Cada vez que había iniciado una ofensiva contra Toshio, el kusajin había reaccionado de forma inesperada para él. Se suponía que iba a ser una presa fácil pero parecía que el pelirrojo era mucho más experimentado de lo que cabía esperar. A pesar de que su fuerza no era tanta, era como una rata terriblemente escurridiza, siempre con una carta bajo la manga.
Canceló la carga de chakra en su brazo al verle hacer un sello y entonces Toshio le escupió una aguja a toda velocidad hacia su ojo. Podría haber convertido solo su ojo en agua y mantener el agarre, podría haberse apartado e incluso podría haberle cerrado la boca para que se quedase la aguja dentro. Si hubiese sido más fuerte, más rápido y más listo.
Sin embargo, en cuanto vio la aguja licuó todo su cuerpo. Al mismo tiempo que la aguja atravesaba su cabeza difuminada en agua, la Kodachi atravesaba su pecho con otro estallido de agua.
Todo su cuerpo acabó de licuarse y la masa de agua sin forma se deslizó un par de metros a toda velocidad hacia un lado antes de rehacerse. Apareció ya con las manos dispuestas en el sello del tigre.
Abrió la boca y de ella salió un proyectil, más o menos como la técnica que había usado Toshio, solo que este proyectil era una bola de agua de un metro de diámetro que se dirigía a toda velocidad al pelirrojo.
La prioridad del chico misterioso ahora mismo sería mantener las distancias, viéndose desarmado.
Canceló la carga de chakra en su brazo al verle hacer un sello y entonces Toshio le escupió una aguja a toda velocidad hacia su ojo. Podría haber convertido solo su ojo en agua y mantener el agarre, podría haberse apartado e incluso podría haberle cerrado la boca para que se quedase la aguja dentro. Si hubiese sido más fuerte, más rápido y más listo.
Sin embargo, en cuanto vio la aguja licuó todo su cuerpo. Al mismo tiempo que la aguja atravesaba su cabeza difuminada en agua, la Kodachi atravesaba su pecho con otro estallido de agua.
Todo su cuerpo acabó de licuarse y la masa de agua sin forma se deslizó un par de metros a toda velocidad hacia un lado antes de rehacerse. Apareció ya con las manos dispuestas en el sello del tigre.
Abrió la boca y de ella salió un proyectil, más o menos como la técnica que había usado Toshio, solo que este proyectil era una bola de agua de un metro de diámetro que se dirigía a toda velocidad al pelirrojo.
La prioridad del chico misterioso ahora mismo sería mantener las distancias, viéndose desarmado.