5/08/2021, 11:55
La muchacha sonreía abiertamente, y Juro supo que había encontrado su punto débil: la vanidad. Su expresión se había alegrado más y más con cada cumplido que le había hecho. Ahora, deslumbraba de emoción.
No es que fuera a usarlo en su contra, por supuesto. Todo el mundo tenía un punto débil. El marionetista no pensaba convertir ese encuentro en un interrogatorio, por muy bien que le pudiera venir. Quería aprender más sobre ella, pero no iba a forzarle a decir nada que no quisiera compartir con un desconocido. Por muy inquietante que pudiera parecerle su forma de pensar, cada vez estaba más seguro de que esa chica no suponía una amenaza para él. Y aprovecharse del débil no estaba en su filosofía.
«Seguiremos observando un poco más, y en cuanto la conversación muera, nos largamos » — repitió, tanto para él como para Chōmei, que también se preguntaría las intenciones del muchacho.
— Me alegro de que quiera compartir su nombre conmigo. Encantado. Yo soy Yamada Hiro — Había buscado el nombre más genérico que había podido, sin que llamara demasiado la atención. Como ya lo tenía ensayado de antes, no titubeó al decir la mentira.
Al oír a la chica, Juro se preguntó, por unos segundos, quien sería su hermana y si también se creería una muñeca.
—Ya que me pregunta tan amablemente, señor, y ya que usted tiene tan buen gusto, le contaré: fui creada por una mujer llamada Iwada Ririki. Ella usó… materiales especiales, estructuras… y me ensambló. Ella me llamó su muñeca, pero no sabía tratarme. Es realmente una desgracia que este cuerpo tan precioso haya venido de manos tan... Asquerosas. Mi ahora Hermana Ranko me rescató, junto con un tipo araña. Y heme aquí después de un largo tiempo.
El marionetista se alegró de estar cubierto por una capucha. En cuanto escuchó las últimas palabras de la chica, su rostro inevitablemente hizo una mueca de lo más exagerada. ¿Chico araña? Podía ser una equivocación, pero, siendo sinceros, ¿cuántos amantes de las arañas existían en el mundo? Yota no sería el único, supuso, pero no era algo muy popular. Y también estaban las evidencias que Juro había encontrado de que esa chica era una shinobi.
« Kusagakure. Podría ser de Kusagakure » — No quiso saltar a conclusiones tan rápido. Necesitaba seguir hablando con esa chica. Pero no podía parecer demasiado interesado en el tema o levantaría sospechas.
— Siento mucho si te he incomodado. No era mi intención — Sintió deseos de morderse la lengua. Lo primero era lo primero. No podía perder el hilo de la conversación —. Me parece horrible que esa mujer haya sabido hacer una creación semejante y luego no la haya podido tratar en condiciones. Pero, de cierta manera, a los humanos a veces nos pasa igual, ¿no es así? Un mal progenitor no tiene que definir tu vida. Lo importante es que hayas encontrado gente que merezca la pena por el camino.
No ahondó más en el tema. Lo primero, porque sabía perfectamente que esa chica no estaba hecha de madera, precisamente, y nunca le iba a dar información detallada sobre los materiales con los que había sido "construida", porque los desconocería. Y lo segundo, porque no le pareció ético. Él nunca había conocido a su madre, pero no se enorgullecía de lo que hizo su padre. Y aun así, eso no había definido su vida, ni incluso ahora. Para bien o para mal.
— Aun así, debe ser extraño para ti juntarte con humanos, ¿no? Al fin y al cabo, tenemos ciertas necesidades básicas, como comer y dormir. ¿También las sientes?
No es que fuera a usarlo en su contra, por supuesto. Todo el mundo tenía un punto débil. El marionetista no pensaba convertir ese encuentro en un interrogatorio, por muy bien que le pudiera venir. Quería aprender más sobre ella, pero no iba a forzarle a decir nada que no quisiera compartir con un desconocido. Por muy inquietante que pudiera parecerle su forma de pensar, cada vez estaba más seguro de que esa chica no suponía una amenaza para él. Y aprovecharse del débil no estaba en su filosofía.
«Seguiremos observando un poco más, y en cuanto la conversación muera, nos largamos » — repitió, tanto para él como para Chōmei, que también se preguntaría las intenciones del muchacho.
— Me alegro de que quiera compartir su nombre conmigo. Encantado. Yo soy Yamada Hiro — Había buscado el nombre más genérico que había podido, sin que llamara demasiado la atención. Como ya lo tenía ensayado de antes, no titubeó al decir la mentira.
Al oír a la chica, Juro se preguntó, por unos segundos, quien sería su hermana y si también se creería una muñeca.
—Ya que me pregunta tan amablemente, señor, y ya que usted tiene tan buen gusto, le contaré: fui creada por una mujer llamada Iwada Ririki. Ella usó… materiales especiales, estructuras… y me ensambló. Ella me llamó su muñeca, pero no sabía tratarme. Es realmente una desgracia que este cuerpo tan precioso haya venido de manos tan... Asquerosas. Mi ahora Hermana Ranko me rescató, junto con un tipo araña. Y heme aquí después de un largo tiempo.
El marionetista se alegró de estar cubierto por una capucha. En cuanto escuchó las últimas palabras de la chica, su rostro inevitablemente hizo una mueca de lo más exagerada. ¿Chico araña? Podía ser una equivocación, pero, siendo sinceros, ¿cuántos amantes de las arañas existían en el mundo? Yota no sería el único, supuso, pero no era algo muy popular. Y también estaban las evidencias que Juro había encontrado de que esa chica era una shinobi.
« Kusagakure. Podría ser de Kusagakure » — No quiso saltar a conclusiones tan rápido. Necesitaba seguir hablando con esa chica. Pero no podía parecer demasiado interesado en el tema o levantaría sospechas.
— Siento mucho si te he incomodado. No era mi intención — Sintió deseos de morderse la lengua. Lo primero era lo primero. No podía perder el hilo de la conversación —. Me parece horrible que esa mujer haya sabido hacer una creación semejante y luego no la haya podido tratar en condiciones. Pero, de cierta manera, a los humanos a veces nos pasa igual, ¿no es así? Un mal progenitor no tiene que definir tu vida. Lo importante es que hayas encontrado gente que merezca la pena por el camino.
No ahondó más en el tema. Lo primero, porque sabía perfectamente que esa chica no estaba hecha de madera, precisamente, y nunca le iba a dar información detallada sobre los materiales con los que había sido "construida", porque los desconocería. Y lo segundo, porque no le pareció ético. Él nunca había conocido a su madre, pero no se enorgullecía de lo que hizo su padre. Y aun así, eso no había definido su vida, ni incluso ahora. Para bien o para mal.
— Aun así, debe ser extraño para ti juntarte con humanos, ¿no? Al fin y al cabo, tenemos ciertas necesidades básicas, como comer y dormir. ¿También las sientes?
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60