17/08/2021, 12:50
Ayame lo observó, perpleja. Juro deseó poder habérselo explicado antes con más detalle, pero de todas maneras, la chica era lo bastante lista como para atar cabos. Kurama estaba amenazándolos de otra forma distinta y continuaba demostrando como se sentía superior a todas las especies de vida que no fueran él mismo.
Por supuesto que él también se sentía furioso. El terror que había sentido en su encuentro con esta clase de bestias se había disipado. Ahora solo quedaba un deseo de continuar con su misión para enfrentarse a él. Costara lo que costara.
Asintió, serio, a la pregunta de Ayame. La chica comenzó a procesar todo y entonces entendió la prisa que tenían.
—Intentaré también que avisen a Uzushiogakure y a Kusagakure, ya que tú... — Mientras avanzaba a la salida de la caverna, la chica se interrumpió y Juro no pudo evitar sonreír. Él no había podido avisar a nadie del anterior caso precisamente por ese problema. Por ello, que estuviera Ayame con él había sido un golpe de suerte en todos los sentidos.
— Te lo agradezco mucho — dijo, de corazón. No sentía ganas de sonreír después de lo que había pasado, pero agradeció el gesto.
El marionetista la acompañó a la salida, porque no pensaba quedar ni un segundo más solo en aquella maldita caverna. Pero no hizo ademan de seguirla más allá. Ella se dirigía a un lugar concreto y él, a otro.
— Es una lástima que no podamos tener uno de esos sellos comunicadores entre nosotros para comunicarnos... Cuídate, ¿vale? Intenta no meterte en demasiados líos. ¡Ah, y practica el Bijūbunshin!
— No te preocupes. Estoy seguro de que nos volveremos a encontrar . Y para entonces, podrás conocer a Chōmei en persona— Fuera destino o fuera suerte, no dudaba en que ocurriera. Y si pudiera ser pronto, mejor. De cualquier manera, ese día había logrado una cosa muy valiosa: una nueva aliada —. Vuelve sana y salva a Amegakure. No podemos dejar que ese estúpido zorro se salga con la suya.
Ayame desplegó sus alas y se desvaneció en el horizonte, dejando al muchacho solo y pensativo.
« Lo siento. Creo que esto no ha sido la reunión familiar que esperabas » — Al final, los hermanos no habían podido hablar. Había habido demasiadas interrupciones. Demasiado peligro.
Está inusualmente serio. Pero lo entendía. También podía sentir sus emociones: alegría por ver a su hermana, pena por que el reencuentro haya sido tan corto, y, sobre todo, rabia. Él también estaba furioso.
— Kurama pagará por sus actos.
Por supuesto que él también se sentía furioso. El terror que había sentido en su encuentro con esta clase de bestias se había disipado. Ahora solo quedaba un deseo de continuar con su misión para enfrentarse a él. Costara lo que costara.
Asintió, serio, a la pregunta de Ayame. La chica comenzó a procesar todo y entonces entendió la prisa que tenían.
—Intentaré también que avisen a Uzushiogakure y a Kusagakure, ya que tú... — Mientras avanzaba a la salida de la caverna, la chica se interrumpió y Juro no pudo evitar sonreír. Él no había podido avisar a nadie del anterior caso precisamente por ese problema. Por ello, que estuviera Ayame con él había sido un golpe de suerte en todos los sentidos.
— Te lo agradezco mucho — dijo, de corazón. No sentía ganas de sonreír después de lo que había pasado, pero agradeció el gesto.
El marionetista la acompañó a la salida, porque no pensaba quedar ni un segundo más solo en aquella maldita caverna. Pero no hizo ademan de seguirla más allá. Ella se dirigía a un lugar concreto y él, a otro.
— Es una lástima que no podamos tener uno de esos sellos comunicadores entre nosotros para comunicarnos... Cuídate, ¿vale? Intenta no meterte en demasiados líos. ¡Ah, y practica el Bijūbunshin!
— No te preocupes. Estoy seguro de que nos volveremos a encontrar . Y para entonces, podrás conocer a Chōmei en persona— Fuera destino o fuera suerte, no dudaba en que ocurriera. Y si pudiera ser pronto, mejor. De cualquier manera, ese día había logrado una cosa muy valiosa: una nueva aliada —. Vuelve sana y salva a Amegakure. No podemos dejar que ese estúpido zorro se salga con la suya.
Ayame desplegó sus alas y se desvaneció en el horizonte, dejando al muchacho solo y pensativo.
« Lo siento. Creo que esto no ha sido la reunión familiar que esperabas » — Al final, los hermanos no habían podido hablar. Había habido demasiadas interrupciones. Demasiado peligro.
« La suerte nos ha reunido, pero Kurama ha vuelto a intentar separarnos
Está visto que el gran y afortunado Chōmei no podrá ser libre hasta que no acabemos con él»
Está visto que el gran y afortunado Chōmei no podrá ser libre hasta que no acabemos con él»
Está inusualmente serio. Pero lo entendía. También podía sentir sus emociones: alegría por ver a su hermana, pena por que el reencuentro haya sido tan corto, y, sobre todo, rabia. Él también estaba furioso.
— Kurama pagará por sus actos.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
...
Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60