19/08/2021, 14:35
Me alegró incluso más que Jun no desistiera. ¡Bien! El primer paso es no dejarlo antes del segundo. Espera, ¿Era así? "Cada paso es uno menos", algo así. Como sea, la chica me acompañó en las risas. No sabía lo agradable que podía ser enseñar. Digo, apenas y estamos empezando, pero igual se siente...
—Miren, unas payasas.
¿Disculpa? Me detuve lentamente, pues algo abrupto no sería estético. Me giré. Viniendo del camino había un trío de hombres. Delgados y jóvenes, sucios y con sonrisas extrañas. Uno se quedó detrás, cerca de un árbol, mirando a todos lados. Ah, un guardia, ¿no? Los otros dos se acercaron lentamente. El de la izquierda portaba un largo bastón, el de la derecha tenía una mano dentro del kimono, como ocultando algo a la altura del estómago sin muchas ganas.
—El ser payaso es una vocación distinta, respetable, y lo intentaría si no fuese por el maquillaje. —dije casi sin pensarlo. ¿Qué tiene la gente en contra de las carreras artísticas?
—Ah, y es graciosa, mira.
Miré a Jun. Lamentaba que le hubieran visto.
—Esta es una lección de danza privada. Les pediremos que sigan su camino y se retiren, por favor.
—¡Ja ja! ¡Vaya que dan risa! Esa ropa, niñata —El de la izquierda me apuntó con su bastón —, se ve muy fina.
—Oh, gracias. Lo es. Es invaluable. —Acepté. Suiken es casi tan valiosa como yo.
—Perfecto. Quítatela y dámela.
Ah, cielos. ¿En serio nos interrumpen por esto?
—Miren, unas payasas.
¿Disculpa? Me detuve lentamente, pues algo abrupto no sería estético. Me giré. Viniendo del camino había un trío de hombres. Delgados y jóvenes, sucios y con sonrisas extrañas. Uno se quedó detrás, cerca de un árbol, mirando a todos lados. Ah, un guardia, ¿no? Los otros dos se acercaron lentamente. El de la izquierda portaba un largo bastón, el de la derecha tenía una mano dentro del kimono, como ocultando algo a la altura del estómago sin muchas ganas.
—El ser payaso es una vocación distinta, respetable, y lo intentaría si no fuese por el maquillaje. —dije casi sin pensarlo. ¿Qué tiene la gente en contra de las carreras artísticas?
—Ah, y es graciosa, mira.
Miré a Jun. Lamentaba que le hubieran visto.
—Esta es una lección de danza privada. Les pediremos que sigan su camino y se retiren, por favor.
—¡Ja ja! ¡Vaya que dan risa! Esa ropa, niñata —El de la izquierda me apuntó con su bastón —, se ve muy fina.
—Oh, gracias. Lo es. Es invaluable. —Acepté. Suiken es casi tan valiosa como yo.
—Perfecto. Quítatela y dámela.
Ah, cielos. ¿En serio nos interrumpen por esto?
Diálogo (Darkorchid)