24/01/2016, 22:36
Kazuma pareció más que conforme con lo que dijo Juro, y les tranquilizó, alegando que él mismo sabía por donde íbamos. Así que Juro se relajó un poco. Kazuma era el guía del equipo, aunque él mismo trabajaba por mejorar un poco su orientación, aunque fuese en la villa. De momento intentaba recordar el camino que debía seguir de su habitación al baño de casa.
Poco a poco...
Los tres genins entraron al edificio del kage. En la recepción, se encontraba una mujer rubia. Kazuma se adelantó a Juro para preguntar - a Nabi no. Nabi no iba a hacer nada por hablar, por supuesto - y la mujer le atendió, conteniendo las ganas de bostezar de puro aburrimiento.
—Buenos días —saludó con tono tan formal como su aspecto—. Se nos ha encargado una misión, para la cual necesitamos utensilios de limpieza, como removedores de pintura y otros similares.
La mujer poso sus ojos en él, los cambió hacia Juro, y luego reparó en Nabi. Su mirada denotaba aun más aburrimiento, pero esta desapareció en un gesto todo lo neutral que pudo. La chica parecía estar esforzándose en parecer que le importaba. Y contestó.
- Muy bien, necesito que apuntéis vuestros nombres en esta hoja junto con los utensilios que necesitáis antes de que os vayáis con ellos - la mujer procedió a sacar de debajo de su escritorio un cuaderno, marcado por una hoja,que tenía la fecha del día en el que estaban, junto con un bolígrafo azul - Es solo por seguridad. Podéis entrar en ese cuarto de atrás y cogerlo, siempre que lo nombréis. Recordad devolverlo en el día de hoy.
Al parecer, no era la primera vez que pasaba esto, la mujer estaba más que acostumbrada. Le dio a Kazuma la llave del cuarto, y volvió a ignorarlos parcialmente. Juro no quiso imaginar lo que les podría pasar si no devolviesen los utensilios bien, sobretodo viniendo de su sensei...
- Quizá haya algún producto para quitarla, como el líquido que utilizamos la última vez con las quemaduras - sugirió Juro, una vez que se acercaron al cuarto - Con eso, un barreño y varios cepillos bastaría...
Juro trató de hacer cuentas mentales. Tendrían que arrastrarlos hasta las casas y utilizarlos, además de apuntarlos en la dichosa hoja. La mujer no parecía que fuese a dejarles ir sin apuntar nada.
Cuando Kazuma abriese la puerta, encontrarían una habitación totalmente oscura, hasta que alguno tuviese la idea de encender la luz. Tras eso, verían un cuarto sobrio, de paredes blanquecinas, y llena de los utensilios de limpieza que necesitaban. Multitud de cepillos, regonas, cubos, barreños... apoyados contra la pared. En la otra esquina, un gran armario con numerosos productos de limpieza. El que necesitaban se encontraba en mitad de todos ellos, con el simple nombre de "Quita-pinturas plus", un frasco con forma cilíndrica de color azulado con un tape para abrir, y una imagen de una brocha como diseño.
Poco a poco...
Los tres genins entraron al edificio del kage. En la recepción, se encontraba una mujer rubia. Kazuma se adelantó a Juro para preguntar - a Nabi no. Nabi no iba a hacer nada por hablar, por supuesto - y la mujer le atendió, conteniendo las ganas de bostezar de puro aburrimiento.
—Buenos días —saludó con tono tan formal como su aspecto—. Se nos ha encargado una misión, para la cual necesitamos utensilios de limpieza, como removedores de pintura y otros similares.
La mujer poso sus ojos en él, los cambió hacia Juro, y luego reparó en Nabi. Su mirada denotaba aun más aburrimiento, pero esta desapareció en un gesto todo lo neutral que pudo. La chica parecía estar esforzándose en parecer que le importaba. Y contestó.
- Muy bien, necesito que apuntéis vuestros nombres en esta hoja junto con los utensilios que necesitáis antes de que os vayáis con ellos - la mujer procedió a sacar de debajo de su escritorio un cuaderno, marcado por una hoja,que tenía la fecha del día en el que estaban, junto con un bolígrafo azul - Es solo por seguridad. Podéis entrar en ese cuarto de atrás y cogerlo, siempre que lo nombréis. Recordad devolverlo en el día de hoy.
Al parecer, no era la primera vez que pasaba esto, la mujer estaba más que acostumbrada. Le dio a Kazuma la llave del cuarto, y volvió a ignorarlos parcialmente. Juro no quiso imaginar lo que les podría pasar si no devolviesen los utensilios bien, sobretodo viniendo de su sensei...
- Quizá haya algún producto para quitarla, como el líquido que utilizamos la última vez con las quemaduras - sugirió Juro, una vez que se acercaron al cuarto - Con eso, un barreño y varios cepillos bastaría...
Juro trató de hacer cuentas mentales. Tendrían que arrastrarlos hasta las casas y utilizarlos, además de apuntarlos en la dichosa hoja. La mujer no parecía que fuese a dejarles ir sin apuntar nada.
Cuando Kazuma abriese la puerta, encontrarían una habitación totalmente oscura, hasta que alguno tuviese la idea de encender la luz. Tras eso, verían un cuarto sobrio, de paredes blanquecinas, y llena de los utensilios de limpieza que necesitaban. Multitud de cepillos, regonas, cubos, barreños... apoyados contra la pared. En la otra esquina, un gran armario con numerosos productos de limpieza. El que necesitaban se encontraba en mitad de todos ellos, con el simple nombre de "Quita-pinturas plus", un frasco con forma cilíndrica de color azulado con un tape para abrir, y una imagen de una brocha como diseño.