2/09/2021, 18:59
Al parecer estaba contenta porque la aldea le había asignado un nuevo equipo, o mejor dicho, un nuevo discípulo, por decirlo así. No sabía que también se dedicaba a eso, lo cual era impresionante. Cada cosa que una aprendía de Uzumaki Eri era mejor que la anterior.
— Eso es genial, Eri-dono. Me alegro por tu nuevo pupilo
«Ojalá poder ser tu pupilo algún día...»
Aunque... a tenor por cómo había empezado la conversación, parecía como que la pelirroja me hubiese estado buscando incluso me preguntó si sabía qué estaba haciendo ella allí. Soñar e ilusionarse era gratis, quizás, solo quizás, aquel fuese mi gran dia de suerte y la diosa fortuna me bendijera con su gracia.
«Espera, espera, acaso...»
De nuevo aquella sonrisa bobalicona se vio reflejada en mi rostro.
—Ese eres tú, así que bienvenido al equipo, Natsu —dijo al fin, sonriente—. No soy buena con esto porque he tenido numerosos pupilos y siempre hubo contratiempos que nos separó, así que espero que nuestro equipo dure tiempo.
Era mi día de suerte.
— ¿Y-yo? — pregunté titubeante —Y-yo apenas sé lo que me enseñaron los senseis de la academia. Las cosas que sé de mi clan las aprendí de los libros que quedaron por casa y bueno... hago lo que puedo, ¡no le fallaré, sensei!
El discurso lo cerré con una nueva reverencia y unas ilusiones renovadas. Tan solo eran mis primeros días como gennin en los que lucía con orgullo mi bandana ninja, pero estaban siendo mucho mejor de lo que los había imaginado.
— Eso es genial, Eri-dono. Me alegro por tu nuevo pupilo
«Ojalá poder ser tu pupilo algún día...»
Aunque... a tenor por cómo había empezado la conversación, parecía como que la pelirroja me hubiese estado buscando incluso me preguntó si sabía qué estaba haciendo ella allí. Soñar e ilusionarse era gratis, quizás, solo quizás, aquel fuese mi gran dia de suerte y la diosa fortuna me bendijera con su gracia.
«Espera, espera, acaso...»
De nuevo aquella sonrisa bobalicona se vio reflejada en mi rostro.
—Ese eres tú, así que bienvenido al equipo, Natsu —dijo al fin, sonriente—. No soy buena con esto porque he tenido numerosos pupilos y siempre hubo contratiempos que nos separó, así que espero que nuestro equipo dure tiempo.
Era mi día de suerte.
— ¿Y-yo? — pregunté titubeante —Y-yo apenas sé lo que me enseñaron los senseis de la academia. Las cosas que sé de mi clan las aprendí de los libros que quedaron por casa y bueno... hago lo que puedo, ¡no le fallaré, sensei!
El discurso lo cerré con una nueva reverencia y unas ilusiones renovadas. Tan solo eran mis primeros días como gennin en los que lucía con orgullo mi bandana ninja, pero estaban siendo mucho mejor de lo que los había imaginado.